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Revista de Folklore número

143



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NOTAS DE MUSICA POPULAR

FERNANDEZ ALVAREZ, Oscar

Publicado en el año 1992 en la Revista de Folklore número 143 - sumario >



La pasión por el canto les hizo descuidarse de comer y de beber, y pasaron de la vida a la muerte sin advertirlo.
Platón: Fedro, 259 B-

Cuando Platón expresó, en La República, y especialmente en el Libro III, que la función primaria de la música era educar al ciudadano para que se convierta en un miembro ideal de la sociedad, apenas podía haber previsto todas las consecuencias de su propuesta. Y es que la promoción de la música como instrumento político ha sido y sigue siendo una de las cuestiones mayores de filosofía de la música, que plantea importantes preguntas sobre la autoridad, el libre albedrío y el significado. Esta práctica que ha prevalecido en general en sociedades e instituciones "controladas", ha provocado un amplio debate, aunque las posiciones se han expresado, con frecuencia, en términos que Platón habría encontrado, seguramente, de mal gusto.

Los filósofos han visto a la música, por lo general, como una mezcla de admiración y sospecha, alabando la capacidad de la música para promover el bienestar general de la sociedad y, sin embargo, temen que sus propiedades sensuales puedan seducir a los ciudadanos para que no cumplan con sus deberes, como el propio Lenin dijo una vez: "No puedo escuchar música con demasiada frecuencia. Me afecta los nervios. Me hace querer decir estupideces y acaricia las mentes de aquellos que podrían crear semejante belleza viviendo en este vil infierno" (1). Pero, ¿el valor final de la música depende de las teorías sociopolíticas y su utilización para promover los fines sociales deseados o posee valor independiente? .Seguramente preferimos creer en la segunda posibilidad. Pero si, como dice Rowell (2), hay un increíble potencial para el uso social de la música, hay un potencial igual para su abuso. Su lista de abusos posibles de la música, incluye todas las técnicas dirigidas a la persuasión masiva y el control de la mente, la trivialización de la música en un ambiente continuo y amorfo, el empleo de la música como narcótico o anestésico (aparte de los usos terapéuticos legítimos), la intrusión de la música en la esfera privada de la propia vida y la determinación del gusto musical y los niveles por las técnicas de realimentación diseñadas para manipular y complacer a un "mercado" masivo. Aún así, sigue habiendo preguntas legítimas sobre la música como arte individual o colectivo.

Definir la música popular o tradicional, no es tarea sencilla. Se pueden utilizar varios criterios, pero cualquiera de ellos aplicado por separado es insatisfactorio, aunque el principal puede ser el de la transmisión por tradición oral. En su entorno natural, esta música no se escribe; por consiguiente, sus composiciones dan lugar a variantes y raramente se conoce la forma original de la canción folklórica. Esta música puede nacer en cualquier parte, pero lo más frecuente es que sea obra de músicos no profesionales y sin preparación, y que la interpreten cantantes o instrumentistas con poca o ninguna base teórica. Con frecuencia la música es antigua y el estilo arcaico, pero su cultura tiene una historia musical: permiten que su música evolucione, que se introduzcan alteraciones en sus obras y que se renueve su repertorio. Esta música folklórica puede estar a menudo, asociada a otras actividades, pero sirve también, sin duda, de entretenimiento. Ahora bien, y esto es lo más importante, dado que la música tradicional es o, al menos, debemos considerarla como la expresión musical de todo un pueblo, o parte significativa de una cultura, es necesario interpretarla y que sea aceptada para que permanezca viva.

Martínez Torner en "Notas sobre el origen de la música popular" (3), explica el valor científico de la música tradicional y habla de la importancia de los estudios folklóricos para la perfecta comprensión del espíritu de los pueblos. El canto, dice, es una facultad connatural, del mismo modo que en otras especies inferiores de animales, y no una creación posterior motivada por exigencias ya espirituales, ya materiales. No admite tampoco, la idea de que la música deriva de una mayor exaltación del lenguaje, producida por emociones que recibe el espíritu. Existen razones, cita a Darwin, para suponer que el lenguaje articulado es una de las últimas, y ciertamente una de las más sublimes adquisiciones del hombre. Ahora bien: como el poder instintivo de producir notas y ritmos musicales existe, sería absolutamente contrario al principio de evolución admitir que la facultad musical del hombre tiene por origen las diversas modulaciones empleadas en el lenguaje de la pasión. Cuando el hombre primitivo quisiera expresar la emoción y experimentaba en su vida salvaje, lo haría por medio de sonidos más o menos musicales, acompañados de saltos o golpes rítmicos, cuyo aire dependería de la intensidad del sentimiento. No es otra cosa lo que hacen los niños cuando experimentan un goce producido por la presencia de una persona o por la posesión de un objeto de su agrado. Tal es lo que obliga a suponer que la primera forma de la canción popular fue la danza (4).

Mas una vez adquirido por el hombre el lenguaje articulado, llegó la invención del verso, merced, probablemente, al elemento agógico de la música. Toda poesía primitiva era cantada, haciéndose, por tanto, inseparables durante mucho tiempo música y poesía, y ayudándose mutuamente en su evolución y perfeccionamiento hasta el momento en el que ya bien precisadas las formas de cada una de estas dos artes, pudieron separarse, expresando cada cual, libremente, los sentimientos humanos. El hombre había encontrado además, el medio de producir sonidos de manera artificial, y se dedicó a inventar varias clases de instrumentos, quedando ya bien definidas dos formas musicales: vocal e instrumental, las cuales dieron origen, mediante un lento proceso, a nuestro moderno arte musical (5). Tal es, al entender de Martínez Torner, el origen y proceso de desarrollo de la música popular: sonidos toscamente modulados, exteriorización de sentimientos del hombre primitivo; perfección melódica y rítmica de estos sonidos merced a la ayuda del lenguaje articulado; invención y conservación de formas melódicas concretas, con características métricas y rítmicas.

INTERES DEL FOLKLORE MUSICAL

Las características generales de una lengua, -sus pautas de acentuación y de entonación, y evidentemente, la estructura de su poesía-, están reflejados en la música de su pueblo. Y lo mismo se puede decir sobre otros aspectos de la cultura. De hecho, un grupo de especialistas, bajo la dirección de Alan Lomax ya han realizado estudios de este tipo (6). Utilizando muchas características de la música, clasificaron el "perfil" estilístico típico de muchas culturas musicales, y encontraron correlaciones entre ciertos tipos de cultura, pero descubrieron también, que cada uno de ellos era único. Según Lomax el estilo de canción favorita de una cultura es reflejo del estilo de sus relaciones sociales. En definitiva, cada cultura tiene una música peculiar y esa peculiaridad está, probablemente relacionada de alguna manera, con los valores y actitudes fundamentales de la cultura.

Además, la música folklórica y primitiva junto a la de los caracteres de la aceptabilidad inmediata por parte de grandes sectores de la sociedad en la que existen, y del hecho de que está viva en la tradición oral y que se conserva gracias a ésta, posee la característica fascinante señalada por Nettl (7), de ser a un tiempo antigua y contemporánea, de ser representación de un pueblo y también indicador de los gustos actuales, siendo además, simultáneamente, producto de compositores individuales y de la creatividad de las masas populares. Mucho más que el mérito artístico de la composición, es la evolución histórica, el principal argumento que justifica el análisis detallado de la música tradicional.

Por otra parte, cuando se habla de la evolución y transformación de la música tradicional debida a la reelaboración comunal, no hay que olvidar que el grado de transformación que sufre una canción está determinado por el concepto de cambio en su cultura. Presumir que todos los pueblos están ligados para siempre a un tipo de música, es suponer que nunca han evolucionado sus tradiciones. No se puede aceptar este punto de vista, ya que puede observarse que en las tradiciones musicales folklóricas de todo el mundo se están produciendo cambios constantes, si bien estos cambios, recientemente pueden ser más acelerados, podemos pensar que también hubo cambios en un pasado lejano. Después de todo, siempre ha habido migraciones de pueblos, y en todas las épocas ha habido difusión cultural y aculturación.

ESTILOS EN LA MUSICA TRADICIONAL

Al tratar de los estilos musicales de las culturas tribales o folklóricas, debemos considerar las limitaciones que se imponen por la falta de terminología musical, es decir, notación y teoría musical, y la ausencia de preparación intensiva del músico por profesionales. Esas limitaciones se traducen en formas relativamente simples, así como en la utilización de poderosos factores unificantes que actúan como mecanismos mnemotécnicos, lo cual permite a su vez que la tradición oral sea un proceso más variable.

Pero es importante tener en cuenta que la música popular, como cualquier otra música, es algo parecido a un idioma. Hay que comprenderla para apreciarla. Debemos saber que cierto tipo de sonidos son señales, por ejemplo, de puntos de tesión, de relajación, de comienzo o final de pensamientos musicales, etc.

La falta de una teoría musical articulada, no significa la ausencia de normas que el compositor deberá seguir; antes al contrario, es probable que el "compositor" que crea dentro de una cultura tribal, esté rodeado de un serie de limitaciones musicales cuya observancia él considera indispensables (en parte, ello se debe a la necesidad de que las composiciones sean aceptadas por intérpretes y oyentes para que la música permanezca viva).

De la misma forma, es difícil hablar de estilos sin hacer referencia al color y la textura. Las culturas musicales se diferencian por sus ideales sonoros. En especial, la forma en que se utiliza la voz humana es algo característico de una cultura y tiende a mantenerse a través de toda la variedad de formas, escalas, patrones rítmicos y géneros que pueden existir en su repertorio. Las características de expresión oral del idioma.

Respecto al estilo también, hay que hablar de aspectos como grados de tensión vocal, utilización del vibrato, presencia o ausencia de acentuación aguda de notas, volumen, ornamentos tales como trinos y notas de floreo, nasalidad, etc., empleo de la polifonía, etc. y todo esto dicho sobre el canto, puede aplicarse, según Nettl (op. cit.: 27) a los sonidos instrumentales, y es que en muchas culturas, estos sonidos instrumentales tiene características similares a las del canto. Por otra parte, una vez observado el carácter general del sonido de una música, el análisis puede continuar por el aspecto formal: subdivisiones principales, secciones y su longitud, contraste notable o no entre sí, repetición de secciones exactas o con variaciones, cambios súbitos en el tiempo, etc...

RITMO Y TIEMPO EN LA MUSICA POPULAR

La unión de música y poesía viene a ser la yuxtaposición de dos lenguajes, regidos ambos, de una manera idéntica por las leyes del acento rítmico, ya sea tónico o expresivo. Podemos admitir que el ritmo no es resultado de cálculos cerebrales, sujetos a reglas ideadas por la mente del hombre, sino una necesidad imperiosa de nuestro ser psico-fisiológico (8); necesidad instintiva de regularidad, una necesidad de buscar la medida y el orden de todas las cosas, una tendencia a establecer medidas relativas, tanto en los espacios ocupados por figuras, como del tiempo que llena una serie de sonidos. "No hay género de ornamentación primitiva que no tenga como una de sus principales características esta exacta división y subdivisión de espacios, como si la mente experimentase con las toscas líneas de la pintura o del grabado sobre la piedra, hechos a una distancia proporcional unos de otros, el mismo placer que con los sonidos rítmicos, repetidos con el pie, con las manos o con palos, para acompañar la danza salvaje" (9).

Agnes Grawford Schuldt ha resumido en The voices of time in music, la variedad de tiempos musicales: la musica puede ser impulsada por el tiempo o puede ser estática, un mínimo de momentos separados. Puede desarrollarse como proceso vital o puede ser cíclica, volviendo sin cambios a un punto de partida. Puede dirigirse constantemente hacia un objeto o ser laberíntica y de final abierto. Puede ser fuertemente física en sus acentos y acción o suprimir toda regularidad de pulsación, liberando a la mente del cuerpo. Puede moverse en el tiempo dinámico de Newton, en el espacio-tiempo de cuatro dimensiones de Einstein o en el tiempo sin apuro de Oriente.

CONCLUSIÓN

La dicotomía entre la transitoriedad del proceso musical y la permanencia del producto musical ha evolucionado en un tema común en la literatura occidental. Hasta hace bastante poco, sin embargo, los análisis estéticos han tendido a centrarse en el objeto musical, sus cualidades como "objeto", otorgándole así, el estatus de un virtual objeto de museo. Una estética más reciente, enfatiza a la música como proceso, un concepto más en armonía con la generalidad de las músicas folklóricas y tradicionales del mundo no occidental. Nuestra preferencia es, con Rowell la de decir: "dejemos que la música popular, quiera decir cualquiera de las cosas que normalmente se denominan música".

Por otra parte, nuestras antiguas y expresivas canciones van poco a poco borrándose de la memoria popular y no será exagerado suponer que cada viejo que se muere lleva consigo a la tumba una de estas manifestaciones culturales.

Por último, el punto hasta el cual la música popular seguirá siendo un arte, arte popular en definitiva, que se puede compartir dentro de un amplio contexto social, dependerá del consenso (o de su ausencia) que surja; lo que parece seguro es que tanto la música como la idea de música seguirá evolucionando, quizá en direcciones muy inesperadas, agregando nuevas dimensiones y separando otras, en un desarrollo persistente de lo que con seguridad es una de las creaciones más antiguas, complejas, profundas y sensibles del intelecto humano.

NOTAS

(1) Citado en Lewis Rowell, Introducción a la filosofía de la música. Barcelona, Gedisa, 1985. 204.

(2) Lewis Rowell, op. cit.: 208.

(3) Incluidas en: Eduardo Martínez Torner, Cancionero musical de la lírica popular asturiana. Establecimiento tipográfico Nieto y compañía, Madrid (1920) 1971.

(4) Tiersot: Historia de la canción popular en Francia; Spencer: El origen de las profesiones; Wundt: Psicología de los pueblos.

(5) Vincent d'Yndy: Cur:so de composición musical; Turina: Enciclopedia abreviada de la música.

(6) Alan Lomax y otros: Folksong Style and Culture. Washington, American Association for the Advance of Science 1968.

(7) Bruno NETTL, Música folkloríca y tradicional de los continentes occidentales. Madrid, Alianza, 1985: 14.

(8) Aun cuando algunos pensadores y musicólogos le atribuyen principios distintos, por ejemplo, Martínez Torner cree evidente que la música, con todos sus elementos melódicos y rítmicos, es cosa connatural en el hombre, y probablemente su primera manifestación espiritual sometida en cada pueblo, lo mismo que en las lenguas, a una evolución con fenómenos característicos, en la cual han intervenido, no sólo las circunstancias del medio, sino también las influencias históricas.

(9) Lansing Raymond: Génesis de las formas artísticas.



NOTAS DE MUSICA POPULAR

FERNANDEZ ALVAREZ, Oscar

Publicado en el año 1992 en la Revista de Folklore número 143.

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