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Revista de Folklore número

168



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LA LUMINARIA DE FONTANAREJO (CIUDAD REAL)

BLANCO CASTRO, Emilio

Publicado en el año 1994 en la Revista de Folklore número 168 - sumario >



RESUMEN

Se describe una curiosa fiesta, que tiene como protagonista a una planta, el romero (Rosmarinus officinalis). Tiene lugar todos los años, al atardecer del día 30 de abril, en la localidad de Fontanarejo de los Montes, Ciudad Real. Todo el pueblo participa, jóvenes y mayores, los emigrantes vienen de fuera en esta fecha señalada. Al parecer tiene su origen como acto simbólico de purificación de las pestes y epidemias que asolaron el lugar en el pasado.

Consideramos que esta bella celebración tiene un gran interés desde el punto de vista etnológico y etnobotánico.

INTRODUCCIÓN

Tuvimos conocimiento de la existencia de esta Fiesta por José Manuel Hernández, amigo de Ciudad Real. Durante los años 91 y 93 hemos asistido a estas Fiestas, conviviendo y entrevistando a varias personas del pueblo; fruto de las notas tomadas en estas visitas, es el presente trabajo.

En primer lugar realizamos una a modo de ficha sinóptica de la Fiesta para después pasar a la descripción de la misma, al final se compara con otras celebraciones que tienen lugar en pueblos cercanos.

Dada nuestra formación etnobotánica, damos una importancia prioritaria a la identificación de las plantas que se usan durante la fiesta.

FICHA DE LA FIESTA

Nombres que recibe: La Luminaria, Las Lumbres o La Fiesta de la Romera.

Localidad: Fontanarejo de los Montes (Ciudad Real), pueblo situado en la comarca de los Montes, que corresponde al extremo occidental de los Montes de Toledo. La comarca se sitúa a caballo entre las provincias de Badajoz y Ciudad Real, comarca abrupta y muy variada, con clima y vegetación mediterráneos, sobre sustratos y suelos ácidos. El río Guadiana atraviesa la comarca y forma cerca de Fontanarejo los conocidos Estrechos u Hoces del Guadiana.

Fecha: 30 de Abril, al atardecer.

Informantes entrevistados: (la edad aproximada entre paréntesis) Familia Muñoz García [Justo (61), Chencha (66), Emiliano (33), Ana María (32)], Aurora Ruiz (94), Paulina García Arcos (65), y Eloy Fernández (31). Nuestro más sincero agradecimiento a estas personas.

Etnobotánica: Una planta juega un papel protagonista en la Fiesta, tanto en el plano religioso, como profano (como purificador y lúdico). Se trata de «la romera», Rosmarinus officinalis. La planta se recoge a lo largo del día de la fiesta en burros, coches o tractores. Al no haber cerca del pueblo es necesario desplazarse 3 ó 4 Km. Se hacen fardos con el romero verde que se colocan a la puerta de la casa, para ser quemado posteriormente.

También hemos visto recoger pequeñas cantidades de «almaraduz» (Thymus mastichina) para el mismo fin. Esta última planta es muy preciada en el pueblo como planta medicinal, ya que es tomada en infusión para el dolor de estómago; dicha infusión se denomina «aguachote».

Se han identificado igualmente las principales plantas que intervienen en Las Cruces y Las Enramadas, que son sobre todo el tomillo (Lavandula pedunculata, L. stoechas subsp. luisieri), el almaraduz, y el álamo (Populus alba).

Etnología: La fiesta se integra dentro de las fiestas patronales en honor a San Felipe y Santiago (1 de Mayo) y duran del 30 al 3 de mayo, e incluyen La Luminaria, Los Mayos, Las Enramás y La Cruz.

DESCRIPCION DE LA FIESTA

Al atardecer, entre las 20 y 21 h. («cuando se va la luz»), y para recibir el mes de mayo, tras el toque de campanas, se queman los grandes fardos de romero verde a la puerta de la casa de cada vecino, en todo el pueblo. La lumbre se inicia con jaras (Cistus ladanifer).

Se forma una gran humareda densa y blanca de intenso olor que llena todas las calles haciendo casi irrespirable la atmósfera. Se dejan las puertas y ventanas de la casa abiertas para que el humo circule por ellas, se procura también que la ropa y el cuerpo queden impregnados del humo «contra más humareda se forme mejor».

En cada montón los dueños de la casa controlan con un palo el humo y tratan de evitar que los chiquillos y jóvenes que pasan en pandillas, desparramen las cenizas según la tradición.

Las lumbres vienen a durar una hora aproximada, después rápidamente, se recogen las cenizas, se tiran y se barre la calle, como si nada hubiera pasado.

Esta fiesta tiene un gran arraigo en el pueblo tanto entre los mayores como entre los jóvenes; todos los emigrantes que viven fuera del pueblo en este señalado día participan con entusiasmo de la fiesta, que se mantiene muy viva. No asisten apenas turistas.

Se trata de una celebración para recibir el mes de mayo, ningún otro pueblo de la zona lo celebra en esta fecha y con estas características.

No se conoce con certeza el origen de este rito, los mayores afirman que «se hace de toda la vida, de siempre». Al respecto hemos recogido dos versiones: a) la mayoría atribuye el origen de la fiesta a las epidemias de peste o cólera que hubo en el pueblo a principios de siglo, y se relaciona con la purificación y desinfección. todavía se recuerda que hubo una de estas pestes contagiosas en la que muchos murieron y a los afectados se les llevaba a las dehesas en carros a vivir aislados en cobertizos.

b) Otros afirman que mucho antes, dos gitanos se pelearon, uno murió y lo escondieron junto a la iglesia tras el muro llamado de los Carneros; una variante de esta versión opina que lo que tiraron los gitanos fue a un niño muerto, y esto produjo la peste.

En cualquier caso la Fiesta parece mucho más antigua, anterior a estos hechos que se recuerdan. La ceremonia podría tener relación con antiguas ceremonias de purificación precristianas o medievales relacionadas a su vez con epidemias.

En el pueblo hay gran repertorio y creencia en historias sobre aparecidos en relación a la epidemia, por ejemplo la de fallecidos que se aparecían a sus novias, o a otras chicas.

En otros pueblos de la zona no existe una fiesta de estas características, aunque sí existe tradición de celebrar «Lumbres» realizadas en Santa Lucía (13 de diciembre), como en Horcajo de los Montes, en Arroba, en Fuenlabrada de los Montes, en Fuente el Fresno, en Ventas con Peñaguilera, etc. En estos casos se hacen sólo unos pocos fuegos, y los jóvenes saltan la hoguera, lo más típico es tiznarse («tintarse» o «tintar» ) con un corcho quemado.

En Fuenlabrada de los Montes, Badajoz, a las 24 h., después de cenar y para recibir el día 12 de diciembre, se «echaba una lumbre en la puerta de las casas, y se sacaban los cacharros viejos (aparejos, sillas, etc.) a quemar. Se brincaba por lo alto de la Luminaria, y con un cacho de corcho, se tiznaban la cara». (Informante, Clemente Cuadrado).

En Amedillo, La Rioja, se celebra el 30 de noviembre, la fiesta de San Andrés, conocida como la "Fiesta del Humo", el santo es sacado en procesión entre densas humaredas resultantes de la quema de romero y sabina, llamada «grojo» (Juniperus sp.), en señal de acción de gracias por la acción del santo para salvar al pueblo de una epidemia (comunicación personal de Dolores Fernández, que lo leyó en la Enciclopedia de las Fiestas de España, 37, Diario 16 ed.). Fiestas de este tipo tiene que haber en otros puntos de nuestra geografía.

De lo que sí había gran tradición en muchos pueblos de la zona es de hacer las Cruces y las Enramadas, similares a las que se describen a continuación; destaca el pueblo de Piedrasbuenas, donde se hacen más de ocho altares o cruces, y se realiza concurso de las mismas. Las Enramadas están casi perdidas en todo los pueblos, excepto en Garbayuela, provincia de Badajoz.

Aunque nada tiene que ver con lo anterior, en la cercana localidad de Fuente el Fresno se realiza una curiosa fiesta el 22 de mayo con pelea de huevos y harina, para protegerse se ponen gafas de bucear.

LOS MAYOS, LAS ENRAMADAS Y LAS CRUCES

La misma noche del 30 de abril al primero de mayo, se reunen a la puerta de la iglesia a cantar los mayos, alusivos al mes de mayo, a la Virgen y a la Cruz.)

«Las Cruces» o «La Cruz», es un altar decorado en torno a una cruz que se prepara para dicho día. Allí acuden los habitantes cuando pueden a lo largo de las fiestas y se entonan cánticos o mayos. Se hace una para todo el pueblo.

La Cruz puede ser «de ropa» o «de monte» según los años. La primera se decora con encajes, colchas, mantas; la segunda se decora con plantas aromáticas y otros arbustos en plena floración en esa época del año. Unos años se pone un tipo de altar y otros de otro pero parece ser que el más común y el más apreciado es el de monte.

La «Cruz de monte» presenta muchas plantas. El suelo está totalmente tapizado de tomillo (Lavandula pedunculata y L. stoechas subsp. luisieri) así como de almaraduz (Thymus mastychina), ambos al ser pisado crean un ambiente aromático muy intenso, íncluso embriagador o al menos especial y de concentración ante la pequeña cruz de madera.

Otras plantas observadas en la Cruz, con sus nombres vernáculos y científicos con:

Berezo: Erica umbellata y E. Australis
Chaparro: Quercus ilex subsp. Ballota
Gamoneta: Asphodellus ramosus
Iniesta: Cytisus scoparius, Adenocarpus complicatus Juagarzo: Cistus albidus
Margarita: Coleostephus myconis
Roble: Quercus faginea subsp. Broteroi

Las fiestas se prolongan durante los tres primeros días de mayo. El 1 de mayo se celebra, después de la misa, la procesión a los santos patronos San Felipe y Santiago. El 2 de mayo por la noche, se colocaban las «Enramás», tradición prácticamente perdida en la actualidad.

En las Enramás, los mozos engalanaban las ventanas de las mozas que eran novias o que les gustaban. El vegetal más usado era el álamo (Populus alba), que se iba a coger a las riberas. Antiguamente es posible que se usara también el espino (Crataegus monogyna). Una estrofa del mayo (cántico) dice: «Cuando el espino no da flor; y la zarza no se enreda...».

Se acostumbraba también a «echar la maya», (la maya era la moza a la que se le enramaba, mientras que el mayo es el chico). Consistía en que si la maya aceptaba, le tenía que dar una rosca de mazapán al mayo.

El día 3 de mayo es llamado el Día de las Cruces y amanecían las ventanas con las enramás de álamo.

Las otras fiestas que el pueblo celebra a parte de la descrita son, las de San Roque en agosto y las de San Antonio el 13 de junio, «en las que se iba a cantar los pajaritos», cánticos hoy perdidos.

CONCLUSION

Sorprende el gran arraigo que tiene esta fiesta, mientras que otras celebraciones y tradiciones se pierden. La originalidad reside en hacer coincidir un acto de purificación con el recibimiento del mes de mayo. Parece bastante claro que la fiesta tiene un origen pagano y bastante antiguo. En otros pueblos se celebran este tipo de hogueras pero en fechas muy distintas de invierno y con otro significado.

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BIBLIOGRAFIA

FERNANDEZ, M.: 1992. Melchor el más viejo de Fontanarejo, cumplió los mismos años que el siglo. Recorte de periódico, sin nombre y sin fecha.

VARGAS, A.: 1959. Recopilación histórica de Fontanarejo (inédito).

PLAZA SANCHEZ, J.: 1990. La fiesta de Los Mayos. BAM, 61. Diputación de Ciudad Real. Villarobledo, Albacete. 204 pp.

Nuestro agradecimiento a Ramón Novales por la revisión del texto.



LA LUMINARIA DE FONTANAREJO (CIUDAD REAL)

BLANCO CASTRO, Emilio

Publicado en el año 1994 en la Revista de Folklore número 168.

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