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Revista de Folklore número

218



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CANTOS TRADICIONALES DE HUELAGA Y MORALEJA (CACERES)

GONZALO TOBAJAS, Ángel J.

Publicado en el año 1999 en la Revista de Folklore número 218 - sumario >



Juegos, decires de mozos y mozas, rondas, cantares de quintos y otras muchas canciones forman parte de nuestra vida desde la infancia a la senectud; en ellas encontramos esa tradición oral que ha pasado por diversas etapas o períodos de la historia del hombre sin el soporte de la escritura. Pero poco a poco nos vamos dando cuenta de la falta que hace recoger este tipo de tradiciones para que nuestra cultura, cada vez más pobre en cuanto a la transmisión memorística oral, no llegue a perder uno de los más valiosos tesoros de la humanidad: su tradición de saberes y prácticas folklóricas.

En las siguientes líneas he recogido alguna de las canciones que han acompañado gran parte de la historia de mi familia. Para ello he tomado como informantes a cuatro personas de dos pueblos cacereños: tres de Huélaga (M.a Antonia Tobajas Rodríguez, de 43 años, Leónides Rodríguez Soria, de 62 años y Marcial Tobajas Hernández, de 63), y uno de Moraleja, (Ángel Gonzalo Repilado, de 47 años). Ambos pueblos distan entre sí cuatro kilómetros. Sobre todo el primero de los pueblos mencionados ha sido el que ha aportado la mayor parte de las muestras de literatura oral que aquí presento. Huélaga es un pueblo pequeño, de unos doscientos habitantes actualmente. La mayoría de sus gentes se dedica a la agricultura (tabaco, pepinos, maíz y tomates, principalmente). Moraleja tendrá unos ocho mil habitantes. La proximidad entre ellos permite decir que tienen una tradición pareja.

CANCIONES DE TRADICIÓN INFANTIL

La mayoría de ellas las he tomado de grabaciones que he realizado a M.a Antonia Tobajas; en las que no eran suyas he anotado las iniciales de la persona que las cantó al final. Son muestras de los diversos juegos y correspondientes cantares de la infancia que esta mujer aprendió a su vez de las personas mayores del pueblo. Entre ellas podemos apreciar alguna que otra correspondencia con poemas documentados en los siglos XVI y XVII.

Romances adaptados a juegos de niñas

La doncella guerrera

Cantada al saltar la comba:

A un sevillán, sevillano,
mala suerte le dio Dios,
de siete hijos que tuvo,
y ninguno fue varón.
Un día a la más pequeña
le dio la inclinación
de ir a servir al rey
vestidita de varón.
- No vayas, hija, no vayas
que te van a conocer,
que tienes el pelo largo
y carita de mujer.
- Sí tengo el pelo largo,
padre, me lo corte usted,
y después de bien cortado,
un varón pareceré.
Siete años en la guerra,
y nadie la conoció,
sólo el hijo del rey,
que de ella se enamoró.
Al montar en el caballo
la espada se le cayó:
- Maldita sea la muerte,
y maldita sea yo.

Hilito de oro

Se colocaban dos filas, una enfrente de la otra,
y una persona en medio de las dos filas, que iba
cantando y cogía a otra para que la siguiese:

- Al lito, lito de oro,
de las hijas de un marqués,
que me ha dicho su señora
cuántas hijas tiene usted.
- Las tenga o no las tenga,
esa cuenta no es de usted,
con un pan que usted me diese
y otro que yo ganaré.
- Para el palacio me voy,
para el palacio del rey,
a contar a mi señora
los desagrados que me hacéis.
- Eso no es de reverencia,
ni tampoco educación,
de sacar a las amigas
del sagrado corazón. (2)

El Conde Laurel

Tanto si se colocaban en dos filas, igual que el
anterior, como si se formaba un corro, una persona
se encontraba entre las demás y dirigía el juego:

- Yo soy la viudita
del conde Laurel
casarme quisiera
y no encuentro con quién.
- Siendo tú tan bella
y tan buena mujer,
elige en este corro,
que aquí tienes con quién.
- Elegir no puedo
porque soy mujer;
si alguno se atreve
que venga a mis pies.

OTRAS CANCIONES DE JUEGOS INFANTILES

En las dos primeras veremos el mismo tema en dos de sus variantes, y utilizadas en distintos juegos. La persona que nos da la segunda versión es un varón de 46 años que cantaba esta canción en Moraleja, pueblo que dista cuatro kilómetros de Huélaga, de donde procede la primera:

Al alimón, (bis),
se me ha roto la fuente.
Al alimón, (bis),
¿con qué la arreglaremos?
Al alimón, (bis),
con cascara de huevo.
Al alimón, (bis),
no tenemos dinero.
Al alimón, (bis),
nosotros lo tenemos (3).

Con esta 2.a versión se jugaba formando un puente de manos:

Al alimón,
la fuente se ha caído.
Al alimón,
nosotros la pondremos.
Al alimón,
con cascarón de huevo.

La Jerigonza

La señorita Rosa,
como es tan formal;
se lleva los perros a misa
y los gatos a confesar.

Su padre toca el bombo,
su madre los platillos;
la pobre de Rosa
bailando el fandanguillo.


Que lo baile (3 veces),
y si no lo baila,
que le dé
un cuartillo de agua.

A Rosa le vamos a dar
chocolate con aguarrás;
a su novio le daremos
chocolate con veneno.

Que salga usted,
que la quiero ver bailar,
saltar y brincar
y bailar por los aires.

Con lo bien
que lo baila,
déjala sola,
sola en el baile.

La señorita María
se fue a pasear
se le perdió el pañuelo,
su novio lo encontró.

Se puso colorado
del beso que le dio.

Que lo baile (3 veces),
y si no lo baila,
que le dé
un cuartillo de agua.

La reina de los mares

Soy la reina de los mares,
ustedes lo van a ver;
tiro mi pañuelo al agua
y lo vuelvo a recoger.
Pañuelito, pañuelito,
quién te pudiera tener
guardadito en el bolsillo
como un pliego de papel.
-A la una, a las dos y a las tres-
que salga esa niña
de ese cordel,
que no ha perdido,
y va a perder.

(A.G.R.)

Me casé con un enano
Me casé con un enano
solamente por reír, por reír;
le puse la cama en alto
y no podía subir.
Al subir las escaleras,
una pulga le picó, le picó;
la agarró por las orejas,
la tiró por el balcón, por el balcón.

Una doli

En las dos siguientes canciones vemos la repetición del mismo tema en distintos juegos y por ello en distintas variantes (4).

(Cantada con el juego de la comba):

Una doli, teli, catoli,
quili, quileta,
estaba la reina
sentá en su silleta;
vino el rey,
apagó el candil,
candil candilón,
cuenta las vente,
que las vente son (5).

(Para el juego de "el burro"):

A la una, anda la mula.
A las dos, anda el reloj.
A las tres. Periquito al cuartel.
A las cuatro, un salto.
A las cinco, un brinco.
A las seis, pellizco.
A las siete, un gajo.
A las ocho, bizcocho.
A las nueve, [...].
A las diez, un candil.
A las once, [...].
Una doli, teli, catoli,
Candil, candilón,
cuenta las once,
que las once son.

(A.G.R.)

Un babar

Tengo una bobina blanca -y un babar-
que la tengo que teñir, “
por la sangre de (Carmen), “
qué tiroteo, “
qué cañonazo, “
que se vuelva a reculazo. “

Carmencita

Me gusta Carmencita - y ole •
porque es una chiquita; “
se monta en el caballo, “
se pone de rodillas. “
Los músicos del pueblo, “
tocan las sevillanas, “
por ver a Carmencita, “
vestida de gitana. “

(L.R.S)

Adelancha

Adelancha y una lancha,
y una jardinera vi,
regando sus flores blancas
y al momento la seguí.

- Jardinera, tú que riegas
en el jardín del amor,
de las flores que regaste
dime cuál es la mejor.

- La mejor es una rosa
que verde tiene la hoja,
tres hojitas tiene verdes
y las demás encarnadas.

- Y a tí te vengo a elegir,
amiga mía del alma.

- Primero me das la mano
y después me das la otra,
después me das un beso
de tu carita a la otra.

- Muchas gracias, jardinera,
por el gusto que has tenido:
tantas niñas en el corro,
y a mi sóla has elegido.

ORACIÓN PARA IRSE A DORMIR LOS NIÑOS

Padre nuestro chiquinino,
llévame por buen camino;
caminito de Belén,
mis pecados muchos son;
no los pueden perdonar,
ni en Cuaresma,
ni en Carnaval.
Allí arriba en aquel cerro,
están los perros judíos,
azotando a Jesucristo.
Jesucristo era mi padre,
la Virgen María mi madre,
los angelitos mis hermanitos;
me cogieron de la mano,
me llevaron a Belén,
de Belén a aquella fuente,
para que el diablo no me tiente (6).

CANCIONES DE MOZA y MOZOS

Tomadas de Leónides R. S. y de Marcial T. H.

En el medio de este corro
ha caído una amapola,
con un letrero que dice:
¡Viva la sal de la moza!

Si vas a San Blas,
tráeme un san blasín,
que no sea muy grande,
ni muy chiquitín.

¡Ni muy chiquitín,
ni muy regular,
larguito de alante,
cortito de atrás.

En esta calle a lo largo,
a lo largo y extendido,
está mi amante borracho;
la culpa la tiene el vino.

Ese mozo está enfadado,
ese mozo está enfadado,
ponerle las aguaderas
que vaya por agua al prado.

Ese mozo está aburrido,
ese mozo está aburrido,
ponerle las aguaderas
que vaya por agua al río.

Ya se van los quintos, madre,
ya se va mi corazón,
ya se va quien me tiraba
chinitas en el balcón.

Ya se van los quintos, madre,
ya se van los buenos mozos,
y ahora se quedan aquí
los tuertos y lagañosos.
Felipe no me quiere

porque soy pobre;
más pobre es la cigüeña
que está en la torre.

CANCIONES DE MOZOS

Este noche ha llovido,
mañana hay barro
a) [pobre del carretero
que tenga carro] (7).
b [cuatro pares de mulas
lleva mi carro].

Quítate niña
de esos barcones,
porque si no te quitas,
ramo de flores,
a) [llamaré a la justicia]
b) [doy parte a la justicia]
que te aprisione,
con las cadenas
de mis amores.

De mis amores niña,
ya lo voy viendo,
que me vas olvidando
y aborreciendo.

Quítate niña
desos barcones.

En el medio la plaza
cayó la luna;
se hizo cuatro pedazos,
a) y todo es una.
b) [y tú eres una].

Quítate niña...

En el medio la plaza
cayó un confite,
acudió un muchachito
que se derrite.

Quítate niña
desos barcones.

En tu puerta sembré un guindo,
en tu ventana un cerezo;
de cada guinda, un abrazo,
de cada cereza, un beso.

Un limón eché a rodar,
en tu puerta se paró;
hasta los limones saben
que nos queremos tú y yo.

Tu madre es la que no quiere
que yo tu carita vea;
por delante de tu madre
tengo yo que hacer vereda.

Anda diciendo tu madre
que yo para ti soy poco;
iremos a la alameda
y cortaremos un chopo (bis)
a la altura que ella quiera.

Dicen que no nos queremos
porque no nos ven hablar,
a tu corazón y al mío
se lo pueden preguntar (8).

Dicen que no nos queremos
porque no nos visitamos;
las visitas son de noche
para los enamorados.

En esta calle vivía
ya no sé si vivirá,
la que me lavó el pañuelo
en el agua de fregar (bis)
y me la secó al humero.

Que entre ese mozo,
que entre ese mozo,
porque en mi casa
no hay ningún pozo.

Si no quiere entrar,
que no quiere entrar,
porque le falta
la voluntad.

La voluntad tiene,
que vale mil reales
para gastarlos
con quien tú sabes.

Con quien tú sabes,
con quien tú sabes,
la voluntad tiene
que vale mil reales.

La lagarterana

Yo no sé qué tiene - madre -
la moza lagarterana,
que es la moza más bonita
en la tierra castellana.

Deja la noche serena,
te rondaré este cantar,
y ahora viene la mocita,
la que quiero conquistar.

- Lagarterana -
Si a tu puerta llegara
el amol algún día,
- Lagarterana -
no le abras la puerta
si en él desconfías.
- Lagarterana -
No le escuches, mocita,
si no te conviene,
que el amol es viajero
y anda por el mundo
y no se detiene.

Cuando mi madre me manda
que vaya y cierre la puerta,
le doy vueltas a la llave
y siempre la quedo abierta.

Si piensas que pienso en tí,
Si piensas que pienso en (n)o (otro)
S/ piensas que pienso en tí,
y eso lo he pensado yo.

Lagarterana,...

CANTARES DE QUINTOS

La despedida te doy,
la que dan los labradores;
con la quijada en la mano,
adiós ramito de flores.

La despedida te doy,
la que no quisiera darte;
al despedirme de ti,
el corazón se me parte.

La despedida te doy,
con el pie puesto en un leño;
que le digan a tu madre,
que si me quiere por yerno.

La despedida te doy,
la que dan los andaluces;
con el pañuelo en la mano,
lleno de naranjas dulces.

Las madres son las que lloran,
que las novias no lo sienten,
que quedan cuatro chavales
y con ellos se divierten.

Si te toca te amuelas,
que te tienes que ir,
a la guerra del moro,
a coger el fusil.

A coger el fusil,
a coger el cañón,
a limpiarle los botos,
al sargento mamón.

Porque soy quinto
mi madre llora;
la mi morena
se queda sola.

Se queda sola
por los caminos,
y cuando llegue
ya tendrá un hijo.

Porque soy quinto
me llaman el pobrecito;
como si la mili fuera
cementerio de los quintos.

Todos los caballos blancos
se los dan a los cometas,
a mi me tienen que dar
una rubia con dos tetas.

Una rubia con dos tetas,
por ser lo que yo más quiero,
con un letrero que diga
veintitrés días, romero.

La quinta el sesenta y ocho
es una quinta machota;
se acuestan con las hijas,
y amanecen con las suegras.

Si son borrachos, que sean,
a nadie le importa nada;
ellos pagan lo que beben
al terminar la jornada.

La quinta el setenta y uno
es una quinta machota;
se suben a las encinas,
y se comen las bellotas.

Salir alcagüetas,
salir al balcón
y veréis a los quintos
qué borrachos son.

CANTARES SATÍRICOS

Recogidos de grabaciones a Ángel G. R. y a Leónides R. H.

El cura de Cachorrilla
tiene la sotana rota;
se la ha roto en un zarzal
corriendo detrás de una moza.

Ay la Aurelia (4 veces)
ha tenido un chaval.
Ay la Aurelia (4 veces)
qué contenta está, (bis)
con los trenta duros
que le van a dar.
Ay la Aurelia (4 veces)
ha tenido un chaval.

La Clara, cuando va a misa,
se sube al altar mayor,
con el librito en la mano
pidiéndole a Dios perdón.

Ay la Clara (3 veces),
que antes era moza
y ahora está casada.

Ay "Guindilla" (3 veces),
que ya no te quiere
la de la toquilla.

La Clara
tiene un chiquillo,
y ese chiquillo
¿de quién será?

Ni es del cura,
ni es del fraile,
que es del alcalde
de la ciudad.

En casa
del tío Vicente
corre la gente
¿qué pasará?

Son las mocitas
del pueblo,
que con los mozos
quieren bailar.

Estando
la Ti Juliana
pescando ranas
en el corral.

Ha pescado
una anguileta,
en la bragueta
del Ti Julián.

Arrecogiendo bellotas
te he visto el culo,
a) [en que no te lo he visto
me lo presumo].
b) [y si no te lo he visto
me lo figuro] (9).

Contigo, pan y cebolla,
contigo, pan y cebolla,
pero con tu hermana no,
porque tiene mala folla.

Contigo, pan y escabeche,
contigo, pan y escabeche,
pero con tu hermana no,
porque tiene mala leche.

Eres más alta que un huevo,
derecha como un jocino,
blanca como una sartén,
harta de fritar tocino.

Eres más chica que un huevo
y ya te quieres casar;
anda ve y dile a tu madre
que te enseñe a trabajar.

SEGUIDILLAS CANTADAS EN LA FIESTA DE LOS TOROS DE SAN JUAN (Coria).

Coria está a once kilómetros de Huélaga; es el pueblo más grande de la zona y sus fiestas, sobre todo por sus toros, son muy famosas. Los habitantes de los pueblos vecinos suelen tomarla como una de las fiestas más importantes de la comarca, y participa en ella intensamente; por eso podemos encontrar estos testimonios fuera de Coria, y cantados por personas que no son oriundos de allí. En este caso concreto son dos personas de Huélaga y una de Moraleja las que sirvieron de informantes:

San Juan le dijo a San Pedro:
- Vamos al toro.
Y San Pedro le contesta:
- Vete tú solo.

San Juan le dijo a San Pedro:
- Vamos por brevas.
Y San Pedro le contesta:
- El amo nos pesca.

De tu ventana a la mía
sólo hay un paso;
aprovecha la ocasión
y dame un abrazo.

El torito de este año
gasta corbata,
porque viene de la raza
de Sánchez Maza.

El torito de este año
gasta collar,
porque viene de la raza
del mayoral.

El torito de este año
es un gran bicho,
porque lo han comprao los mozos
por su capricho.

El torito de San Juan
pa los corianos,
es la fiesta más alegre
que tiene el año.
Ç
El torito de San Juan
no tiene cuerno,
(porque) se lo ha quitao Paula
para su yerno.

El torito de este año
ya se ha escapao,
por la barrera de Coria
lo han encontrao.

Después de cada heptasílabo se dice "cielito lindo" y tras cada una de las seguidillas debe ir
una estrofa como:

Ay, ay, ay, ay,
canta y no llores,
porque cantando se alegran - cielito lindo -
los corazones.
Ay, ay, ay, ay,
ponche y más ponche,
para cuando salga el toro - cielito lindo -
lo veamos doble.
Ay, ay, ay, ay,
si alcalde fuera,
en la sala de sesiones - cielito lindo -
a San Juan pusiera.

____________

NOTAS

(1) Este trabajo se ha realizado en el marco de un seminario de folklore desarrollado en la Universidad de Alcalá, bajo la supervisión del profesor José Manuel Pedrosa.

(2) Ver FRENK, Margit: Corpus de la Antigua Lírica Popular Hispánica (siglos XV a XVII), Madrid, 1987, n.º 2136.

(3) Ver sus antecedentes en FRENK, Corpus, n.º 2138.

(4) Sobre esta canción podría añadir otra variante, basándome en mi propia experiencia infantil: (Una dola, tela, catola, / quila, quileta, / estaba la reina en su gabinete / vino Gil /...] que procedería de la zona de Madrid y Guadalajara.

(5) Ver FRENK, Corpus, n.º 2111.

(6) Sobre esta canción ver PEDROSA, José Manuel: Padre-nuestros mayores y pequeños: fuentes antiguas y difusión románica moderna de algunos conjuros mágico-religiosos, "Annali-Sezione Romanza", XXXVI, Napoli, 1994, pp. 29-48.

(7) a) Recogidas de Leónides R. S.; b) Recogidas de Ángel G. R.

(8) Esta canción está armonizada por Manuel Falla en sus Siete canciones populares españolas.

(9) a) Recogida de M.a Puerto Tobajas Rodríguez; b) Tomada de Leónides R. S.



CANTOS TRADICIONALES DE HUELAGA Y MORALEJA (CACERES)

GONZALO TOBAJAS, Ángel J.

Publicado en el año 1999 en la Revista de Folklore número 218.

Revista de Folklore

Fundación Joaquín Díaz