Con esta palabra que subraya las normas con que se debe jugar el juego de la oca, se cierra el espiral de este auca, probablemente dibujado y grabado por Noguera, en el que aparecen muchas diversiones de la época junto a los elementos tradicionales del juego. Noguera aprovecha para introducir como figuras a algunos personajes circenses, medievales y de costumbres deportivas que anuncian una costumbre que se extenderá y tendrá éxito a lo largo de todo el siglo siguiente.