LOS CUENTOS Y LEYENDAS EN EUROPA

Le Loup, la chèvre et ses biquets



El lobo, la cabra y los cabritos



El lobo, la cabra y los cabritos



Comadre cabra antes de salir a la ciudad le dice a sus cabritos: “Cuidado con el lobo, no abráis la puerta más que cuando os enseñe mi patita blanca”.
Compadre Lobo vio salir a la cabra y dijo relamiéndose: “Vamos a comer cabrito”.
Llamó a la puerta imitando la voz de su madre. “Abrid la puerta, que os traigo un rico pastel”.
“Enséñanos la patita blanca y te abriremos”.
El lobo, que tenía las patas negras se fue muy enojado diciendo. “Ya os cogeré, ya”.
Marchó a casa de su compadre el zorro y este le aconsejó que metiera su pata en harina.
El lobo corrió al molino y metió una de sus patas en un saco de harina.
Volvió a la casa de los cabritos para mostrar la pata blanca, pero la harina se había caído.
Comadre cabra regresó de la ciudad trayendo un pastel para sus cabritos.
El lobo volvió a casa del zorro que le aconsejó que se disfrazara de peregrino.
El lobo, disfrazado de peregrino volvió a casa de la cabra. “Abran por el amor de Dios”.
Pero la cabra reconoció la voz del lobo. “Entre por la chimenea, que la puerta está estropeada”
El lobo se subió al techo y se metió por la chimenea.
La cabra hizo un buen fuego con paja y ramas para chamuscar al lobo.
El lobo gritaba mientras ardía “No lo haré más”.
Pero mientras más gritaba el lobo, más leña añadía la cabra al fuego. Y así murió el lobo todo chamuscado.

Este famoso cuento tradicional, catalogado como ATU 123, comienza como fábula esópica; en el siglo XII Marie de France lo incluye en su Esope; fue incluido por los hermanos Grimm en su colección (nº 5). También Fernán Caballero lo incluyó en sus Cuentos de encantamiento infantiles (1911).





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