Joaquín Díaz

LOS ROSTROS DE LA SABIDURÍA


LOS ROSTROS DE LA SABIDURÍA

Sobre universitarios ilustres de Valladolid

09-04-2016



-.-

No es lo mismo mirar hacia atrás con actitud nostálgica, que contemplar el pasado para aprender de él. Las fotografías, con sus imágenes fijas que hablan a quien quiera escuchar, constituyen una forma de memoria histórica a la que contribuyen con sus escenas, que deben ser finalmente interpretadas o traducidas por quien las contempla. Por supuesto que siempre cabe la precisión, el comentario, la objeción, porque aunque sean imágenes fijas y por tanto aparentemente inamovibles, cada uno tenemos una forma de mirar o una perspectiva particular que ha conseguido que almacenemos los datos de diferente manera. Hacer caso omiso de esa llamada o tratar de dinamitar el pasado pensando sólo en el futuro, equivale a que explosione en nuestras manos el olvido. Y bien está que la causa de ese olvido sea el desgaste con que el tiempo devastador pule el contexto de las cosas y disuelve como un azucarillo en el agua los datos que debían acompañar a cada instantánea, pero que nunca sea por nuestra voluntad. Beatriz advertía a Dante, en el Purgatorio de su Divina Comedia, que los razonamientos debían ser más claros en la medida en que el entendimiento estuviese oscurecido o cerrado, que es lo que parece que nos pasa cuando queremos borrar conscientemente cualquier vestigio de nuestro pasado:
"Y si de ello memoria no tienes,

respondió sonriendo,
recuerda
sin embargo cómo bebiste del Leteo;


y si del humo el fuego se deduce,

este olvido claramente indica

culpa en tu voluntad, atenta en otras cosas".
Parece que la voluntad de los vallisoletanos, en particular de quienes fueron alumnos de su antigua e ilustre Universidad, fue desaparecer de la memoria de todos entrando en un túnel del tiempo tan oscuro como destructivo. Esta exposición es el primer paso en la recuperación de los rostros que representaron la sabiduría y el espíritu universitario hace más de un siglo. Algunos de los retratados fueron Catedráticos en las aulas de la Universidad Literaria, o Decanos, o Vicerrectores y Rectores. Otros alcanzaron notoriedad en su actividad política o profesional, ejerciendo cargos públicos como Alcaldes, Ministros o Directores de Periódicos. Muchos dieron su nombre a alguna calle en Valladolid o en otras ciudades pero generalmente sólo se conocía ese nombre o su cargo y muy pocas veces la imagen que ahora ve la luz.