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Resumen: Felisa Lázaro (1867-1930), se negó a estar en un segundo plano en un tiempo en el que la mujer no tenía a su alcance los medios necesarios ni la formación adecuada para desarrollarse. El ideal femenino doméstico del momento que le toca vivir no armoniza con la profesión de actriz y cantante que ejercitó con total brillantez y que la convierten en todo un referente. Llevó su arte por cualquier rincón de España, cantó en Argentina, Bélgica y estuvo un año de gira en Francia, especialmente París, donde el banquero Rothschild la colmó de alhajas. Es el relato de superación de una mujer que se realizó artísticamente, fue independiente y, lo que es más importante, una mujer libre; capaz de decirle no a Puccini y a la Ópera Cómica de París; incluso, vivir con su compañero sentimental sin formalizar la relación y ser madre soltera. A todo ello, hay que añadir su filantropía siempre dispuesta a ayudar a todo el que se lo pidiera, y a sufragar la sepultura de los 200 cadáveres del Sirio en Santa Pola.
Palabras clave: benéfica, beneficio, diva, música, ópera, orfeón, Santa Pola, Sirio, teatro, tenor, soprano-tiple, zarzuela.
Abstract: Felisa Lázaro (1867-1930), refused to be in the background at a time when women did not have access to resources or education. The traditional role of the woman in the household contrast starkly with her role as an actress and singer which she became iconic for. She took her art to every corner of Spain, sang in Argentinan, Belgium and toured France for a year, especially Paris, where the banker Rothschild showered her with jewelry. It is the story of a woman overcoming adversities to became artistically realized. She was independent, and more importantly, a free-thinking woman; able to say no to Puccini and the Paris Comic Opera; even, living with her partner without formalizing the relationship and being mother out of wedlock. We must highlight her philanthropy work; always ready to help, as seen, in her support for the burial of the 200 bodies of the Sirio disaster in Santa Pola.
Keywords: charity, benefit, prima donna, music, opera, choral society, Santa Pola, Sirio, theater, tenor, soprano, operetta.
En la ciudad de Valladolid, a primeros de agosto de mil ochocientos sesenta y siete, yo D. Juan Burdaspal Díez, teniente cura de la parroquia de Santiago con licencia del Dr. D. Manuel Agustín Arias, cura propio de ella, bauticé solemnemente a una niña que nació a las siete y media de la mañana del día veintinueve de julio próximo pasado en la plaza Mayor núm. 25; hija legítima de José Lázaro y de Antonina Santos, naturales de esta ciudad; abuelos paternos, Cesáreo Lázaro, natural de esta ciudad, y Benita Estevan [sic], natural de Irún; maternos, Felipe Santos y Braulia Sahagún, naturales de esta ciudad. Se le puso por nombre Felisa, y por abogados a Nuestra Señora del Arco y Santiago Apóstol; siendo sus padrinos Guillermo García y Benita Estevan [sic] a los que advertí el parentesco espiritual y obligaciones. (Libro 25 B Folio 199 de Santiago, AGDV).
1. Los inicios y la familia
«Voz extensa, bien timbrada, no muy voluminosa, gusto y arte para cantar y para decir, son facultades más que sobradas para labrar una fama como la envidiable que la señorita Lázaro ha logrado alcanzar en toda España»[1]. Destacadísima figura, por sus grandes dotes como cantante y actriz, que durante muchos años la llevan a ser insustituible intérprete de las más celebradas obras de los maestros Chapí, Caballero, Giménez, Serrano y otros. Desde muy joven se revelan sus grandes cualidades artísticas, y así su nombre constituía en las compañías un gran prestigio, que la lleva a trabajar en Madrid muchas temporadas consecutivas en los teatros de la Zarzuela, Apolo, Eslava y Príncipe Alfonso o Teatro Circo entre otros, con el aplauso ferviente del público, que la había erigido en una de sus artistas favoritas. «Es de las que deben pasar a cantar o zarzuela en tres actos o bien ópera (…) es una personalidad dentro del arte lírico español»[2]. «¡Cállate niña! que me aturdes con tus gritos»[3], este es el reproche que a los 6 años oía de su tío que desaprobaba su afán por canturrear las canciones populares de la época. Consideraba de su sobrina que podía hacer bien lo que se propusiera menos cantar. Nace y se cría en Valladolid, en el seno de una acomodada familia castellana formada por D. José y Dª Antonina y sus nueve hijos[4]: Ángel (1864-1926), Conrado (1865), José (1866), Felisa, Florián, Julia, Remedios, Bienvenida (1881) y Purificación (1882). Sin antecedentes que justifiquen sus preferencias por el teatro, la música y su decidida afición al canto.
Su padre, José Lázaro Esteban, comerciante, en enero de 1870[5] se presenta por el partido republicano a las elecciones para concejal del distrito número 3 que comprende las parroquias de El Salvador y San Esteban; en 1877[6], tras el embargo de la fábrica de gas de Valladolid se le nombra interventor judicial de la misma; en 1878[7], en la Diputación provincial se le adjudica el suministro del carbón de cok; en 1885[8], para ayudar a los enfermos de cólera se constituye, en la parroquia de San Nicolás, una Junta de Socorro titulada Amigos de la Caridad y se le integra dentro de la comisión de Sanidad; excelente hombre y una buena persona, «pero chapado a la antigua, abroquelado en rancias manías, con todas las preocupaciones y prejuicios, respecto al teatro, y no había manera de convencerle de que se puede ser cómico y persona decente al mismo tiempo»[9]. Su oposición a que su hija forme parte de la familia de la farándula es firme y tenaz; en ese tema su criterio está cerrado y ni tan siquiera admite la discusión. Cuestión que no es obstáculo para que su hija manifieste a menudo su intención de ser actriz. La familia tiene proposiciones, para educar a la hija en el arte del canto y la declamación, que oye con enojo y rechaza de plano. Ella, en cambio, está decidida en su empeño y valiéndose de que en la ciudad vive retirada una cantante de ópera, a hurtadillas empieza a recibir, de fiado, lecciones para perfeccionar profesionalmente su afición por el canto.
Un buen día, en 1888, vencida por amigos la reticencia paterna, con la promesa formal de que solo sería por una noche, y aprovechando que estaba por la ciudad del Pisuerga la compañía de Pablo López, y para intentar mejorar la gira, se plantean que la joven Lázaro que contaba con 21 años, cante en una función en el Teatro Calderón; interpreta el papel de Reina en la conocida zarzuela Los diamantes de la corona y el público celebra y aplaude la precocidad de la criatura. Tras la experiencia la contratan en secreto, por su cuenta y riesgo, para actuar con la misma compañía en un teatro de Zaragoza. Para cumplir con su compromiso se escapa de casa con una vieja sirvienta de su confianza, con lo puesto, marchan a escondidas desde Valladolid a Zaragoza donde viven de las ayudas de los que después serían sus compañeros, y su hospedaje es la butaca del teatro. A los pocos días de estar en Zaragoza, llega un exhorto del gobernador de Valladolid, reclamando a la fugitiva en nombre de su padre. El marqués de Ayerbe y el poeta José Zorrilla, amigos de la familia, median en el asunto y consiguen doblegar al irritado padre para que la nueva actriz inicie su carrera. Cinco días después, se anuncia La Marsellesa de Ramos Carrión y Fernández Caballero, y la participación de Felisa en el papel de Magdalena; tras los aplausos de aceptación del público el empresario le asigna un sueldo de cincuenta reales diarios, el primer pensamiento es, y así lo hace, apartar un duro diario para pagar a su maestra, aquella cantante de ópera, retirada en Valladolid, las lecciones que le fio, según cuenta años después a un periodista. Al cabo de una lucida campaña de seis meses y la buena aceptación del público de Zaragoza inicia [compañía de Pablo López] una tournée por varias ciudades españolas[10].
La prensa nacional se hace eco de su debut[11], en el «favorecido teatro de Apolo» con I comici tronati[12], en el papel de Antonina, con que se dio a conocer en los conciertos de Valladolid, y que por primera vez se dedica a la escena. El 21 julio de 1889[13], en el Teatro Zorrilla de Valladolid y a beneficio del joven abogado D. Ramón Paz Zorita, se ponen en escena las comedias: El tercer partido, La primera postura y La reconquista; actuando en los intermedios «la bellísima señorita Felisa Lázaro, que tan repetidas veces ha sido aplaudida por el público vallisoletano», canta las romanzas de Jugar con fuego y El anillo de hierro; acompañándola al piano la hermosa joven Srta. Gabriela Richet. Nuevamente surge la oposición paterna que logra la ruptura del contrato que acababa de firmar con el Teatro Calderón de su ciudad natal. Su tenacidad y otra vez la mediación de José Zorrilla logran vencer la terquedad paterna y el 5 de octubre[14], debuta en el Calderón con la obra Los diamantes de la corona de Asenjo Barbieri «donde es objeto de grandes aclamaciones»[15]. Contratada para actuar en Valencia, el padre acepta y le asigna como acompañante a una sirvienta leal. Durante dos años, actúa en los principales teatros de la ciudad del Turia con un éxito que se incrementa por días.
Los cincuenta reales pasaron a ser cincuenta pesetas. Otra de las giras con la compañía de Pablo López la realiza en 1891 por Bilbao[16] en el teatro Nuevo, Vitoria, Haro[17] en el Teatro Bretón de los Herreros, Vigo[18] en el Teatro-Circo Tamberlick, Santiago, Valladolid[19] en el Teatro Calderón y otras importantes ciudades, siendo en todas ellas aplaudida y celebrada. En octubre[20], la compañía que dirige Eduardo Ortiz, y de la que forma parte la vallisoletana, inicia su andadura en el Teatro de la Princesa de Valencia y «abre un abono para ciento veinte funciones». En febrero de 1892,
[…] el teatro [de la Princesa en Valencia] (…) ni una sola localidad quedaba en reja (…) la beneficiada [Felisa Lázaro] fue muy aplaudida, y al terminar el aria del segundo acto de El rey que rabió, que hubo que repetir, fue obsequiada con muchos y valiosos regalos, al mismo tiempo que se llenaba el escenario de bouquets [ramos de flores] y poesías de inspirados vates [poetas] [21].
El 24 de marzo de 1892[22], se hace público que ha sido contratada para una gira en Méjico[23]. Aunque, estando todavía en la gira valenciana se ve aquejada de una dolencia que durante 3 años la mantiene apartada de los escenarios hasta el restablecimiento de su enfermedad.
2. Altruismo y compromiso social
A todo esto, a lo largo de su vida, la prensa reconoce que como artista pone toda su alma en las notas de una romanza, y que como mujer sitúa todas las bondades de su corazón en el empeño de todo tipo de acción noble de ayuda a los demás. Su generosidad es innata en su forma de ser, ayuda pródigamente no solo a los artistas que empiezan, también a cualquiera que llame a su puerta. No debe olvidarse, a modo de ejemplo, que por iniciativa[24] de la genial soprano-tiple vallisoletana, se celebra en el teatro de Santa Pola una brillante función en la que toman parte la celebrada artista y el distinguido tenor Beltrami; los fondos que se obtienen se dedican a las reparaciones acordadas del templo de Santa María de Elche, asiste a la gala el eminente maestro Ruperto Chapí y ameniza los intermedios la banda La Wagneriana.
Apuntaré tan sólo el atrayente y simpático caciquismo artístico y del bien que ejerce en Santa Pola, el alegre pueblecillo de pesca de la costa alicantina; allí tiene Felisa un lindo hotel para su descanso veraniego, descanso que dedica a proporcionar instrucción, socorros y recreo a aquellas sencillas gentes que sienten por ella una verdadera adoración; allí organiza sociedades dramáticas, con sus teatros y sus fiestas, que rinden para que cobren como artistas algunos de aquellos rudos pescadores y haya siempre dinero dispuesto para acudir a toda obra nueva: la recomposición de la iglesia, la desgracia imprevista, la limosna al enfermo, cuanto puede alcanzar la iniciativa y la generosidad de la artista que por serlo ha sabido escoger ese pedazo de playa serena y ese trozo de cielo limpio y ardoroso[25].
También, en septiembre de 1905[26], entrega al cura de Santa María de Elche las 400 pesetas recaudadas en la función benéfica representada en el Teatro Caballero con la banda Blanco y Negro y el tenor Juan Beltrami. En 1906, realiza varias funciones y festivales para costear un mausoleo para los 200 ahogados que aparecen en las playas de Santa Pola tras el naufragio del trasatlántico Sirio frente a la costa de Cartagena; por su actuación, las autoridades italianas reclaman su presencia en Italia para rendirle un justo tributo por su desprendida actitud. Con motivo de la guerra con Marruecos en 1909, el 8 de agosto[27], se ofrece a las autoridades alicantinas para participar en cuantos espectáculos teatrales se organicen a beneficio de los heridos de Melilla; ese mismo mes hay prevista una primera función benéfica de Felisa Lázaro con el Orfeón de Alicante, la banda del regimiento de la Princesa y la Wagneriana[28]. Por la misma causa, el Orfeón Pinciano de Valladolid y la tiple programan una velada patriótica[29], en septiembre, para contribuir a socorrer a los soldados vallisoletanos y sus familias. Era tal su altruismo y generosidad desinteresada que a propuesta de un grupo de vecinos[30], el Ayuntamiento de Aspe aprueba el 7 de noviembre de 1909 dar el nombre de Felisa Lázaro Santos a la titulada calle de la Virgen del Carmen o calle del Teatro: «rindiendo de esta suerte un tributo de gratitud a la celebrada artista, ángel tutelar de los pobres»; la cantante había realizado varias galas benéficas en el teatro de Aspe para socorrer a las personas necesitadas de la población.
3. De vuelta a los escenarios
Resaltado, en el párrafo anterior, un breve ejemplo de su carácter altruista y filantrópico continúa el relato cronológico de su vida profesional cuando, una vez restablecida su salud, retoma su carrera artística. Al llegar el auge del género chico, acertadamente deja la ópera y marcha a Madrid. En diciembre de 1894[31], la contrata la empresa del Teatro Eslava de la capital, tras su debut el día 5 la crítica dice: «la señorita Lázaro que posee una hermosa voz y de timbre exquisito, [obtiene] un legítimo triunfo en La indiana, y Campanero y sacristán, teniendo que repetir todos los números que cantó»[32], «verdaderamente, la señorita Lázaro es una gran adquisición para la empresa, y como dice muy bien la prensa de la mañana puede figurar entre las primeras tiples de zarzuela»[33]. Vuelve a Valencia, una temporada, donde siempre ha mantenido un gran número de amigos y admiradores. En junio de 1895, la contrata el maestro Caballero para trabajar con la empresa del antiguo Circo de Rivas que pasa a regentar el Teatro del Príncipe Alfonso y donde comparten cartel de tiple «la simpática Lucrecia Arana, la graciosa María Montes y la bellísima Felisa Lázaro»[34]; «tres tiples de fuerza; pero imponiéndose e imperando Felisa Lázaro»[35]. Aunque,
[…] las intrigas de que está siendo víctima la graciosa Felisa Lázaro (…); la claque de El cabo primero es fría, perezosa, torpe, tímida; si el público no celebrara a Felisa Lázaro, los caballeros de los aplausos atronadores y grotescos, no la salvarían de la general indiferencia; y ¡misterio de bastidores! esa misma claque se torna apasionada, briosa y bullanguera en otros momentos; ¡vaya cualquiera a averiguar el porqué de los entusiasmos y frialdades de la caprichosa alabarda; cuestión de simpatías y de gustos[36].
Hoy tengo que oficiar de alabardero de la tiple Felisa Lázaro, estrella que va brillando, como brillan las de primera magnitud, con luz propia (…). Véase por dónde, al terminar la temporada se hallarán a una misma altura las señoritas Arana, Montes y Lázaro; y la que habrá ganado más será ésta, porque ha subido hasta colocarse en la misma línea de las que estaban muy alto. Y yo me alegro[37].
Todo ello da lugar a que la fortuna no le acompañe en los estrenos durante esa temporada, pero su éxito en el Certamen Nacional cantando El vino de Jerez y una romanza no menos notable de El cabo primero la consolidan en Madrid e inmediatamente la contratan en el Teatro de la Zarzuela[38] donde se convierte en una de las tiples favoritas de su público, que no goza fama de benévolo, y es en este teatro donde se consolida su brillante y bien ganada reputación. La revista Madrid Cómico[39] le dedica su portada en la que inserta una caricatura de la tiple. Durante su carrera estrena en Madrid, entre otras, las obras siguientes: La maja, Los timplaos, Tiple ligera, Tortilla al ron, El puesto de flores, Los rancheros, El traje de luces, Agua mansa, La mazorca roja, Lola Montes, Gigantes y cabezudos, La viejecita, El dúo de la Africana, El húsar de la guardia, Certamen nacional, La buena sombra, La tempranica, La casita blanca y otras muchas.
Se utiliza su nombre y retrato de diva para promoción o publicidad y aparecen noticias o imágenes en la prensa con el florete, montada en una bicicleta, en cromos del cava Codorníu y/o en tarjetas postales.
En junio de 1895[40], comienza a recibir lecciones para montar en bicicleta, primera tiple del teatro del Príncipe Alfonso, siendo su maestro don Antonio Viada, director de El Ciclista de Barcelona. En octubre de 1895, se realiza una excursión ciclista en honor de D. José Echegaray, el almuerzo se sirve en los Viveros de la Villa y por la noche se celebra una velada en el Salón Humber donde «la aplaudida y primissima»[41] Felisa Lázaro deja oír su hermosa voz, cantando varios trozos de ópera; también participan los notables velocipedistas del circo de París Óscar y Emilien con arriesgados ejercicios sobre la bicicleta; el señor Carbonell organiza una exhibición de esgrima, después, y para la gente joven, «un sexteto ameniza la velada con cadenciosos valses y ceremoniosos rigodones»[42].
Los alumnos de la Facultad de Farmacia organizan una corrida de becerros con los diestros Ángel Fernández Valdemoro y Enrique Santos Tortero[43] e invitan para ocupar la presidencia a las conocidas artistas: María Montes, Lucrecia Arana, Luisa Campos y Felisa Lázaro «asesoradas por inteligentes aficionados (…) las cuatro presidentas han echado el resto en vestidos de colores y mantillas blancas y negras (…) Conque ¡a la plaza caballeros!»[44]. En la Plaza de Toros de Madrid se programa para el lunes «una gran becerrada de convite» que presidirán Lucrecia Arana, Felisa Lázaro, Cándida Ocón de Moncayo y Filomena Arana[45]. El 6 de mayo de 1896, la colonia valenciana en Madrid se cita en el nuevo Círculo Valenciano para asistir al acto de su inauguración[46]. En el mismo, Felisa Lázaro encarga al maestro Serrano un apropósito lírico en valenciano, para su función-beneficio a finales de mayo; lleva por título Les Albaes con texto de Carlos Llinás y música de José Serrano, se estrena el 30 de mayo en el Teatro de la Zarzuela en la función dedicada a la Sociedad La Señera, la canción La valenciana gusta mucho al público y le piden que la repita, ante la satisfacción de Serrano que dirige la orquesta. Antonio Viadaque fue director de El Ciclista de Barcelona y sirve de maestro a la vallisoletana que continúa con sus lecciones de montar en bicicleta[47]. En junio, se anuncia su participación en el Teatro de la Zarzuela[48]; es la tiple que con más admiradores cuenta, el programa lo componen las obras: El gaitero, Tortilla de ron, El cabo primero y Tiple ligera; también cantará un monólogo de asuntos valencianos, letra y música de autores de la ciudad del Turia; la función la dedica la notabilísima y distinguida artista a la sociedad valenciana La Señera. En agosto, con un lleno completo, debuta en el Teatro Lara de Málaga y es muy aplaudida[49]. En septiembre, los críticos cuestionan que no se la contrate en el Teatro de la Zarzuela para la temporada de invierno cuando es la misma empresa que el año anterior. El País desmiente, en noviembre de 1896, que su padre haya fallecido; dice que se encuentra en Rodilana pueblo de Valladolid, donde vive con su esposa y su hijo Ángel Lázaro Santos que es el cura ecónomo del citado lugar, aquejado de una enfermedad crónica que no reviste gravedad; aunque en su edición del 11 de diciembre del mismo año comunica el deceso de D. José Lázaro y Esteban en la citada localidad que pertenece a Medina del Campo.
El 20 de enero de 1897, actúa en la inauguración del Palacio Edén de Sevilla[50]. En febrero, está contratada en el Teatro Cómico, antiguo de la Risa y luego de Capellanes del viejo Madrid. En julio, brillantísima campaña en Valencia[51], se integra en la compañía de zarzuela que han formado los actores Enrique Lacasa y Valentín González y que se propone dar una serie de funciones en el teatro Circo de Alicante donde van a representar las obras: Las campanadas, El cabo primero, El dúo de la Africana, y el estreno de La banda de trompetas. Su llegada en tren a la población alicantina se recoge como noticia en un periódico[52] que en la misma columna y como reseña distinta dice: «procedente de Valencia llegó ayer a esta ciudad nuestro comprovinciano Francisco Fenoll»[53]. La prensa recalca que une a su timbrada voz y excelente escuela de canto y declamación, la de ser una aventajada discípula de esgrima, del afamado maestro madrileño D. Pedro Carbonell[54]. En agosto, se desplaza a Salamanca donde ha sido contratada, no sin antes dirigirnos una atenta carta al periódico La Correspondencia Alicantina para que en su nombre «nos despidamos del público alicantino, del cual, dice la discreta artista guardará eterna memoria por los aplausos que le ha prodigado»[55]. La empresa del Teatro de la Zarzuela anuncia para la próxima temporada el contrato de la misma compañía del año anterior, pero incluye, además, su intención de contar con la tiple Felisa Lázaro[56]. La casa Larios[57] ultima el contrato para tomar en arrendamiento el Teatro Principal de Málaga, durante la próxima temporada de invierno; en dicho teatro se están llevando a cabo grandes e importantes reformas y está previsto para primeros de octubre el debut de la Compañía Ortiz de la que forma parte la tiple de Valladolid; la compañía ha incluido también representaciones en Córdoba. En septiembre, actúa, con la compañía que dirige Pepe Riquelme, en el Teatro del Liceo de Salamanca con la aplaudida zarzuela La maja; un periódico de la localidad publicaba:
No necesita esta que El Adelantado refrende la certificación de excelente artista que otros más competentes le han dado; pero sí que hemos de decir que anoche reveló ser una cantante de grandes bríos y actriz consumada (…) al finalizar la obra la Srta. Lázaro fue llamada al palco escénico, donde se presentó en unión de los principales intérpretes, siendo objeto de una verdadera ovación. Y ya que hablamos de la aplaudida tiple, debemos hacer constar que, a pesar de haberle hecho proposiciones para la temporada de invierno algunas empresas de esta Corte, la señorita Lázaro no ha ultimado ningún contrato hasta hoy[58].
Firma con la compañía Eldorado para actuar, en la temporada de invierno, en el Teatro de Eslava. La prensa[59], respecto al contrato en el Teatro de Eslava, dice que esta artista es una buena adquisición, «si conserva sus hermosas facultades vocales y algo ha adelantado en la dicción», matiza que es artista cara y que hace bien en cobrar lo que vale pero que «en el Eslava, donde domina más lo cómico que lo lírico, hubiera hecho el mismo papel, con más economía, Elena Piacer, o cualquiera otra tiple más artista que cantante». Tras su debut en octubre, la crítica dice:
El verdadero gallito en El gallito del pueblo fue Felisa Lázaro; el éxito de anoche puede considerarse como un éxito personal de la primera tiple del teatro Eslava; la señorita Lázaro, que se halla hoy en la plenitud de sus facultades artísticas, recibió continuadas y delirantes ovaciones, todas muy merecidas, pues pocas veces en el género chico se habrá cantado mejor y con más arte[60].
En una de las representaciones sale a escena ayudada con unas muletas tras sufrir una caída en uno de los ensayos y sufrir un esguince de tobillo[61].
En enero de 1898, la empresa del teatro de la Zarzuela, para sustituir a Lucrecia Arana que se retira a descansar una temporada para realizar una excursión por Italia, se interesa por contratarla, pero no acepta por compromisos adquiridos con anterioridad con la compañía que va a actuar en el Teatro Cómico. En marzo[62], actúa en el Teatro Lope de Vega de Valladolid, siendo muy alabada por La Opinión que dice «es una de las primeras tiples de nuestro teatro, y tal vez la primera de las que se dedican al género chico»[63]. Desde abril, forma parte de la compañía del teatro de la Zarzuela, debuta con El dúo de la Africana y La buena sombra, obras que se cantan por primera vez en Madrid[64]. Tras concluir, en verano, sus compromisos con la empresa de la Zarzuela se incorpora a la compañía del señor Lacasa en el Gran Teatro de Linares. En julio, acepta un contrato de la empresa del Teatro Pignatelli de Zaragoza para actuar en veinte funciones. En septiembre, vuelve a ser contrada por la Zarzuela para su temporada de invierno. En diciembre, aquejada de una dolencia, abandona su recuperación y sustituye, en Gigantes y cabezudos, a su amiga Lucrecia Arana que ha tenido que acudir junto a su madre que se encuentra gravemente enferma. Se rumorea que va a cancelar su contrato por «cuestiones de orden interno».
En enero de 1899, rescinde su contrato en el Teatro de la Zarzuela y devuelve el papel que le habían asignado en la obra Los borrachos de los hermanos Álvarez Quintero para acudir a la llamada de Echegaray y Caballero e ir a Barcelona a final de mes a estrenar, en el Teatro Gran Vía, la última producción de Gigantes y cabezudos, obra que hasta la fecha es el éxito de taquilla más grande en lo que va de temporada. En breve regresará a Madrid para estrenar varias zarzuelas escritas expresamente para ella[65]. En abril, tras una lucidísima temporada en Barcelona donde vuelve en mayo, reaparece en Madrid con La viejecita. La crítica se deshace en elogios. El último número de La Avispa: revista enciclopédica popular, «publica (…) un retrato y su biografía»[66]. También, en el primer cuaderno de Iconografía Artística[67], aparecen 41 retratos impresos en tintas de colores sobre riquísimo papel acharolado, de las artistas más notables y hermosas que pisan la escena y entre ellas no puede faltar la tiple vallisoletana; acompañan a los retratos rápidas y galantísimas semblanzas de cada una de las artistas retratadas. Para la próxima temporada de invierno la empresa de la Zarzuela contrata a Julián Romea, Lucrecia Arana y Felisa Lázaro. Su domiciliación en Santa Pola, durante largas temporadas, da lugar a que la prensa cometa errores sobre su procedencia, Felisa Lázaro tiene a su cargo una romanza más fuerte aún que la de El cabo primero; Echegaray y Caballero reservan también a la notable tiple valenciana[68] un papel importante en la obra que han terminado, y que pronto empezará a ensayarse.
En la interpretación de Sábado de Gloria «corresponden los primeros honores a Felisa Lázaro, como actriz y como cantante; hizo una maja muy airosa, muy gallarda y muy bien vestida, cantó el dúo magistralmente y con singular donaire el pasacalle y las seguidillas; Julián Romea, muy bien en el majo»[69]. La decisión de la empresa de la Zarzuela[70] de que el papel protagonista en la obra La buena sombra lo interprete Lucrecia Arana, «para dar más realce al debut de Ruiz de Arana», molesta a Felisa Lázaro que cancela su contrato; antes, las dos divas habían pactado que Felisa interpretaría La buena sombra y Lucrecia Los dineros del sacristán, pero la empresa hace caso omiso y considera que su decisión beneficia más a sus intereses empresariales. Son muchas las empresas que le brindan contratos, pero la propia empresa de la Zarzuela le ofrece uno en blanco para que siga con ellos y actúe en el Teatro Gran Vía de Barcelona que acepta; debutando en abril de 1900. El número 78 de la revista Instantáneas correspondiente al sábado 31, dedica su magnífica portada en colores a un grabado de Felisa Lázaro[71]. «Véngase y no sea tonto. Tengo preparada para usted una habitación con ventanas al mar»[72], invitación tentadora la contenida en las anteriores líneas de una carta que escribe desde Santa Pola un amigo cariñoso,
Aquí lo pasamos muy bien, de jolgorio en jolgorio, en casa de Felisa Lázaro se celebra una fiesta agradabilísima; toca la música del pueblo lo más escogido de su repertorio; el célebre guitarrista Tárrega, que ha venido a bañarse, ejecuta cosas preciosas y, por último, Manuel Paso recita sus mejores poesías; Joaquín Dicenta y Paso viven aquí; el primero escribe un drama pasional titulado Aurora, y juntos [Dicenta y Paso] están terminando un melodrama, El tío Quico, al que pondrá música Chapí.
4. Maternidad y consagración de la diva
Tras un año alejada de la escena, por su embarazo y el nacimiento de su hija Lolita a la que apadrina su amiga Lucrecia Arana, regresa en septiembre de 1901 de la mano de la empresa de la Zarzuela que la contrata para la temporada de invierno 1901-02[73]. Junto a un grupo de aficionados de Santa Pola pone en escena Gigantes y cabezudos en el Teatro Llorente de Elche[74]. En la revista El Teatro, correspondiente al mes de enero, entre otros, aparece su retrato todo elegantemente impreso en papel couché[75]. El 9 de mayo de 1902, se verifica el estreno en el Coliseo [Teatro de la Zarzuela] de la calle de Jovellanos de la obra La mazorca roja con música de Serrano donde la prensa destaca, entre otros, por su originalidad el dúo interpretado por Felisa Lázaro y Valentín González[76]. Poco a poco va siendo conocido el valenciano José Serrano en los saloncillos donde Felisa Lázaro canta algunas canciones en su beneficio. En la Zarzuela, «Felisa Lázaro celebra la función de su beneficio, el teatro está completamente lleno durante las cuatro sesiones; la hermosa tiple, que recibe numerosos regalos, oye grandes, frecuentes y atronadores aplausos; siempre merecidos; al cantar la romanza de El cabo primero obtiene una extraordinaria ovación»[77]. «Es la Lázaro una de las cantantes que cuenta más simpatías entre el público y (…) es de las que más poderosas facultades pone para cantar como cantan las grandes artistas, su serata d’onore se convierte en una fiesta que tarde se olvidará; la que más tardará es la beneficiada, porque ¡cuidado que recibió muestras de simpatía y de afecto!»[78].
Desde Orán[79], llega Felisa Lázaro a pasar unos días en su finca de Santa Pola desde donde acude todos los años a la fiesta de Elche; manifiesta que está contratada por la empresa de la Zarzuela, pero, según dice, no irá a Madrid hasta mediados del próximo mes. En septiembre de 1902, revoca su contrato con la empresa de la Zarzuela y firma un contrato con la empresa Arriaga de Bilbao[80]. Con notable éxito debuta en el Teatro de Los Campos Elíseos de Bilbao, y ante una concurrencia muy numerosa es ovacionada por el público durante las representaciones de El dúo de la Africana, y Gigantes y cabezudos[81]. En diciembre, reanuda la temporada en el teatro de la Zarzuela en uno de los principales papeles de la obra El agua mansa de Eduardo Marquina y Juan Gay[82]; en el estreno
[…] la distinguida tiple obtiene un triunfo tan grande como merecido, pues la dicha romanza está instrumentada en tan alta tesitura que solo poseyendo sus envidiables facultades se puede cantar como ella canta; felicitamos al empresario por haber contratado nuevamente a la señorita Lázaro; de artistas de esta categoría no deben los empresarios prescindir nunca, porque luego tienen que dar su brazo a torcer e ir por ellos porque son indispensables[83].
En enero de 1903, entre los artistas sobresalen «Antonio Perrín, contratado expresamente para que trabaje en la obra nueva [Agua mansa], y Felisa Lázaro, que al cabo ha vuelto a los patrios lares de la Zarzuela, de donde no debió salir»[84]. En mayo, en el Teatro Doña Amelia de Lisboa, actúa con un éxito enorme la compañía de la Zarzuela, con las aplaudidas obras El monaguillo, La tempranica y el estreno de La caprichosa; Felisa Lázaro es objeto de grandes ovaciones toda la noche, y «su camerino se llena de artísticos y valiosos regalos»[85]. El periódico Gente Nueva, en su edición del 19 de julio de 1903, recoge el comentario:
[…] damos la bienvenida a la distinguida tiple de los teatros de Madrid Srta. Dª Felisa Lázaro, que de paso para Santa Pola ha estado en Elche unos días. Mucho nos complacemos en saludar a quien como ella posee en alto grado, además de grandes facultades y talento artístico por todos reconocidos, excelentes prendas y caritativos sentimientos que le han granjeado el afecto y simpatía de estos pueblos.
Los maestros Caballero y Bretón son obsequiados con un espléndido almuerzo en el Gran Hotel Continental, por la simpática y aplaudida tiple vallisoletana, que se encuentra estos días en Valencia y que quiere cumplir deberes de gratitud con los celebrados compositores[86]. En agosto, continúa pasando la temporada estival en Santa Pola la notable diva y su amiga la incomparable Gloria Keller. Sigue contratada en la Zarzuela para la nueva temporada que se inicia el 11 de septiembre de 1903[87].
En abril de 1904, se presenta ante sus paisanos en el Teatro Zorrilla con las obras El cabo primero y La viejecita, su presencia en la escena es acogida con una prolongada y estruendosa salva de aplausos como «justo tributo rendido a la artista y a la paisana por el público, que llena el teatro de bote en bote, la ovación se renueva cuando la Lázaro canta la romanza de El cabo primero de la manera inimitable que ella sabe hacerlo, viéndose obligada a repetirla»[88]. En mayo, se estrena la zarzuela, de costumbres andaluzas, de Larios y Serrano, La mazorca roja, que el autor valenciano le ha dedicado a la distinguida artista y feliz interprete de su obra como prueba de su agradecimiento y admiración[89]. En agosto, la compañía de Pablo López actúa en el Teatro de Torrevieja, las intervenciones de la tiple de Valladolid que canta de manera delicadísima trozos de La bohemia y de Tosca
[…] han sido motivo de largas y entusiastas ovaciones; posee una voz preciosa, fresca, valiente y muy bien timbrada, y una figura distinguidísima; y cosa rara en tiples de zarzuela, dice muy bien; ¡oh, Dios mío!; la comisión de festejos la obsequia con valiosos regalos y un artístico y monumental ramillete de flores traído de Murcia, además de agradecerle su desinteresado gesto de dedicar al Hospital de Torrevieja el importe íntegro de su beneficio. Yo, también, digo muy bien cuando digo que es muy guapa[90].
La prensa lamenta que, por culpa de las empresas, que injustificadamente han prescindido de ella, no se pueda disfrutar de su buen hacer este año en Madrid; e informa que ha salido ventajosamente contratada por la empresa del Cervantes de Sevilla[91]. Con muy buen éxito se estrena en el teatro sevillano la zarzuela El húsar de la guardia la prensa local se ocupa extensamente de la obra y de su interpretación, dedicando, en particular, grandes elogios a la tiple[92].
En enero de 1905, ingresa en la Cofradía de la Macarena de Sevilla, y el periódico El Radical[93] le dedica unos versos: «Si por algo me entusiasman/ las tiples de veinte duros/ es porque son religiosas/ y amigas del ‘Clero y culto’/ Religiosa y penitente/ se eleva a Dios la Felisa/ y cuando cante El morrongo gozará la Cofradía»[94]. En julio, en Santa Pola, abre sus puertas un teatro de verano con el nombre de Teatro Caballero[95], el día de la inauguración actúan la tiple Felisa Lázaro, el tenor Juan Beltrami y el señor Quislant que interpreta el dificilísimo Querubini. Felisa Lázaro[96], su hija de cuatro años, y su compañero sentimental[97], el ilicitano Francisco Fenoll, ejercen de anfitriones del maestro Ruperto Chapí durante su estancia en Santa Pola donde se le rinde homenaje y se da su nombre al teatro del pueblo. La prensa de Barcelona[98], al dar cuenta de la inauguración del Teatro Novedades que pone en escena La viejecita, hace grandes elogios de la compañía del Sr. Pinedo y en particular de la primera tiple Felisa Lázaro, «en cuantas obras tomó parte se mostró una consumada artista, justificando el puesto que ocupa y ser una de las pocas mantenedoras del género»[99]. La Lázaro finaliza la temporada en la compañía de Pinedo en este Teatro Novedades[100].
La empresa Duval la contrata para diez funciones en el Teatro Calderón de Valladolid[101]. En febrero, actúa en el Teatro Romea de Murcia, «trabaja en El puesto de flores una obra que se hizo aquí en otra ocasión sin éxito y que anoche por el trabajo de la notable artista y el buen conjunto fue reída, celebrada y gustó; milagros de la interpretación adecuada y cuidadosa, que en ocasiones explica el por qué obras que en Madrid se aplauden, fracasan en provincias»[102]. Debuta en el teatro de Orihuela la compañía de Emilio Duval[103] y la tiple alcanza un triunfo ruidoso; es llamada a escena repetidas veces entre las aclamaciones del público. En marzo de 1906, fallece en Madrid la madre de Felisa que se encuentra trabajando con la compañía del Sr. Duval en Orihuela[104]. En junio, la contrata la empresa del Lírico[105] de Madrid[106], y «el hecho de no haber pertenecido a ninguna compañía de la capital la notable tiple desde aquellas brillantes y provechosas temporadas de la Zarzuela, explica la curiosidad con que el público ha acogido la noticia de su debut, anunciada en los carteles del Gran Teatro, y el interés con que acude a escucharla»[107]. La revista El Arte del Teatro le dedica su página 4 en la que incluye una fotografía a gran tamaño y una crónica de su vuelta a Madrid y el gran triunfo alcanzado, especialmente, en su interpretación en El cabo primero[108].
5. Gira francesa
Felisa Lázaro y Quinito Valverde consiguen que el nombre de España corra de boca en boca por los bulevares de París. Quinito, el popular Quinito de España; aquí es Monsieur Joaquín. Felisa Lázaro cantando las canciones del compositor español convence a los franceses de que será mucha la alegría que ellos tienen, pero que nosotros no nos quedamos atrás. Hoy son solicitados en todos los círculos aristocráticos, y entre ovaciones y exclamaciones se acuerdan de España con los vivas que dan a los artistas españoles. «Dos artistas del género chico, del despreciable género chico, han conseguido más que los de muchas campanillas (…) Felisa y Quinito, Quinito y Felisa han realizado el milagro»[109]. En enero de 1907, se verifica una elegante matinée en casa de Monsieur y Mme. Lambert de Sainte Croix, en la que canta la diva española y asiste la Infanta Doña Eulalia recién llegada de Inglaterra y que el lunes próximo marcha a Saint Moritz y desde allí irá a Biarritz y a Madrid[110]. Nuestro redactor corresponsal escribe que Quinito Valverde «aparecerá pronto en los salones de Le Figaro, allí dará a conocer su música, nueva, inédita, Felisa Lázaro, que cantará también música de Chapí, expresamente escrita para la fiesta del diario parisiense»[111]. En el Salón Érard, de París, ante una numerosa concurrencia se celebra un gran concierto a beneficio del Asilo de San Fernando que organiza la Asociación Hispano-Americana y patrocina la señora del embajador de España[112]; las obras que componen el programa son de los maestros Caballero, Barbieri, Albéniz, Pedrell, Zabalza, Valverde, Larregla, Estellés, Espino y Granados; interpretadas por Felisa vestida con un rico mantón de Manila, azul, bordado de blanco «térciaselo con gracia, llévalo con donaire», que vuelve locos a los franceses cantando música de Valverde: un pasacalles de La tonta de capirote y un tango de Los niños llorones; «sus ojos negros como el azabache, y sus cabellos negros como el ébano provocan una revolución». Allí está Miguel Llobet, un guitarrista catalán, y, «¡válgame Dios cómo toca la guitarra!» [113]. Hace dos años que vino a París y tiene ya fama internacional. Quinito Valverde, el bohemio más equilibrado, más serio y más respetable cuya música intensa, inspirada y chispeante ha alcanzado un ruidoso éxito. A su lado está la señorita González, una española de corte fino y delicado que canta con suma perfección, entre otras cosas, una canción andaluza de El dúo de la Africana. Y con ella se encuentra una gran pianista Ribó; una niña, Julia Parodi, que está justificando en París todos sus éxitos de España; el tenor señor Soler y la señorita Palazara. Todos obtienen unánimes aplausos.
Acaban de llegar de París y Bélgica Francisco Fenoll y Felisa Lázaro donde han pasado una larga temporada junto a Quinito Valverde y ha conseguido envidiables triunfos[114], dando a conocer en numerosos conciertos la música española; en su gira ha hecho algo más que recibir aplausos y regalos, ha seguido cultivando sus privilegiadas facultades. En su estancia francesa no ha cedido a requerimientos de grandes compositores extranjeros que la juzgaron con aptitudes para cantar en francés o en italiano, respondiendo a Puccini y a la Ópera Cómica de París: «en español he cantado siempre ante el gran público, y seguiré cantando en español»[115]. A la pregunta de un periodista de si cobraba caché cuando cantaba en los salones y casas particulares responde que nunca ha cobrado por acudir a tales veladas y que, a pesar de ello, y de haber gastado más de quince mil duros en su estancia, la gira ha sido de un espléndido resultado económico, dice que: «solo por la canción gitana de La chavala me envió Rothschild dos mil francos, ¡y cuántas alhajas!» [116]. También, ha recibido ventajosas proposiciones para realizar una tournée por Buenos Aires[117]. Esta noche se celebra en el local de la Agencia Internacional Artística una velada en honor de la aplaudida tiple que cantará las romanzas de Madame Butterfly, La chavala, Caballería rusticana y los tientos de Mari-Gloria; el entusiasmo que despierta esta velada es grandísimo, y asistirán, seguramente, las personalidades más salientes de las artes y las letras; el Madrid mundano está de enhorabuena[118]. La tiple se propone descansar este invierno en su casa de Santa Pola[119], donde le dice al periodista que es la directora de un teatro benéfico, «mis compañeros son marineros, hombres que se ganan rudamente la vida (…) y que en los momentos de descanso cantan zarzuela; las tiples, además de mi persona, son muchachas del pueblo a quienes educo artísticamente; ¡y si viera usted qué trabajo me cuesta, sobre todo que canten en castellano!»[120]; y al final del invierno emprenderá una excursión por la América española que ha desmentido el señor Carreras que manifiesta que para su gira americana en modo alguno ha formado empresa con la señora Lázaro[121]. En diciembre, actúa en Murcia contratada por la empresa del Teatro Circo[122]; los empresarios del Romea van a Madrid en busca de una tiple de mérito que eclipse a Felisa Lázaro que con Gigantes y cabezudos actúa en el teatro rival: en el Circo con notable éxito[123]; tras muchas influencias consiguen contratar a Lucrecia Arana[124].
En enero de 1908, actúa en el Teatro Circo de Elche una excelente compañía de zarzuela dirigida por César Muro y Francisco Lozano de la que forman parte el tenor Manuel Guerra y la «tiple valenciana» Felisa Lázaro. En marzo para complacer a sus amigos da tres funciones en Aspe[125]. También se compromete a participar en el gran festival que organiza el Centro de Escritores y Artistas en honor de D. Ángel Peñalva Téllez, músico mayor del regimiento de Infantería de Vizcaya en el Teatro Principal de Alicante que fue suspendido y pospuesto para el sábado de Gloria. Después del festival del Teatro Principal, los organizadores obsequian a la genial artista Felisa Lázaro con una serenata a cargo de la Wagneriana en el Gran Hotel Ibarra. Acepta y firma un contrato para grabar discos para los gramófonos de Ureña[126]. En noviembre y diciembre[127], contratada en el Cómico de Barcelona interpreta El marquesito, La tempranica y unos tientos andaluces escritos para ella en París por Joaquín Valverde[128]; el público aplaude enardecido y la obliga a hablar, un triunfo colosal para ella y un día de trajín en los comercios por los obsequios con que la distinguen. Desde su vuelta de París, el público madrileño no ha escuchado a la festejada artista[129].
En enero de 1909, la cita la defensa del actor Sr. Gómez Rosell para declarar en el Juzgado de Barcelona por la demanda que ha presentado contra su esposa la tiple Gabina de la Muela, por el delito de adulterio. El empresario de la Zarzuela tiene previsto para final del trimestre la contratación de Felisa Lázaro «que en sección aparte de las funciones del cartel (…) cantará cosas diferentes y trozos de zarzuela y ópera; que ganará muy buenas pesetas y las hará ganar a la Empresa»[130]. En marzo de 1909, compra el Teatro Circo de Elche por 42.000 pesetas[131], y tras realizar unas mejoras en las instalaciones que «lo hacen más bello, confortable, lujoso, elegante e higiénico; con una gran boca de escenario, patio de butacas y anfiteatro con graderío amplio y más cómodo que el anterior; también, se acondicionan unas terrazas de verano, salones de fumar, un restaurante, vestíbulo y camerinos; un modelo de teatro con caja italiana»[132]; lo reabre en noviembre con el nombre de Teatro Kursaal y la obra La fuerza bruta de Jacinto Benavente[133]. En abril de 1909, actúa en el Teatro Gran Vía de Barcelona con La tempranica[134]. En agosto, realiza varias representaciones en Valladolid, y en septiembre regresa a Santa Pola. A finales de octubre, acude a Aspe para ofrecer dos representaciones a beneficio de las familias de los soldados muertos y heridos en la campaña de Melilla y otras dos para conseguir recursos para el Asilo de Caridad[135]; en una crónica posterior el corresponsal escribe que Felisa Lázaro se marchó «sin haber podido cumplir su empeñada palabra [ofrecer las 2 representaciones en beneficio del asilo], por impedirlo quien cree tener poder para ello; la baja, ruin política eso tiene» [136]. En noviembre de 1909, incendio en el Teatro de la Zarzuela que queda reducido a cenizas. A finales de mes acude a Murcia para participar en el Teatro Romea en un festival a beneficio del periodista Ramón Pontones[137].
6. Retirada profesional
La tiple vallisoletana forma parte de la Asociación de Artistas Dramáticos y Líricos Españoles, en la que ya en 1910 figura como retirada de su actividad profesional y con derecho a 4 pesetas diarias en caso de enfermedad y de 250 pesetas que se entregarán a la familia en caso de fallecimiento del asociado[138]. En junio de 1910, está contratada, para actuar puntualmente en Barcelona, por la Compañía Vega-Conti[139]. En septiembre de 1911, alcanza un ruidoso éxito cantando Gigantes y cabezudos en el Teatro Cómico de Barcelona[140]. En enero de 1912, sigue contratada en el Teatro Cómico de Barcelona[141]. En agosto de 1912, en la prensa empieza a especularse la posibilidad de su retirada total de los escenarios con la participación en una función para despedirse del público[142]. En 1912, su amigo el pintor ilicitano Francisco Rodríguez Clement, realiza un retrato al óleo de la tiple que se conserva en las dependencias municipales de Elche. En diciembre de 1913, la ciudad de Barcelona celebra, «en honor del maestro Bretón y de su admirable sainete lírico La verbena de la Paloma, una fiesta sumamente simpática» que se representa en el Liceo, Felisa Lázaro protagoniza el papel de la Cantaora[143]. En septiembre de 1914, la Audiencia de Valencia, acuerda reclamar a Felisa Lázaro Santos, actriz y domiciliada últimamente en París, la suma de 498,15 pesetas importe de las costas y papel de oficio, invertido con motivo de un incidente de Declaración de pobreza[144]. En septiembre de 1915, en el Tívoli de Barcelona se representa La verbena de la Paloma e interpreta a la Señá Rita durante tres semanas[145]. En 1918, brillante función en el Teatro Chapí donde la compañía de zarzuela de Heliodoro García representa La cara del ministro, en la que se distingue la monísima tiple señorita Josefina Hernández muy querida en Santa Pola; en La chicharra son muy aplaudidos la señorita Torá y Paquito Hernández; Felisa Lázaro, retirada de la escena, canta magistralmente La carta de Gigantes y cabezudos y, en unión de la señorita Hernández el dúo de La viejecita[146].
Aunque hace siete años que se retiró de la escena, la diva quiere despedirse ante sus paisanos de la vida escénica en el mismo lugar donde empezó el Teatro Lope de Vega de Valladolid[147], el 24 de marzo de 1920 se ha presentado con las obras La verbena de la Paloma y Gigantes y cabezudos; tanto en la función vermouth como por la noche, un público selecto y numeroso patentiza sus simpatías por la aplaudida artista que «cantó magistralmente (…), al final dirigió algunas palabras llenas de emoción, expresando su cariño a Valladolid y su gratitud a sus paisanos (…) en vista del éxito, y atendiendo a diversos requerimientos, intervendrá en una nueva función con El cabo primero»[148]. El 29 de octubre, en el Teatro Zorrilla de Valladolid, se presenta la bellísima y admirable artista Lolita F. Lázaro, hija de la eminente tiple Felisa Lázaro; canta aquella numerosas y originales canciones e interpreta la parte de Luisita en La viejecita, acompañándole su madre, que encarna el Carlos por ella creado, cuando se estrenó esta joya musical del maestro Caballero[149]. En 1921, participa en el rodaje de la película muda La verbena de la Paloma de la productora Atlántida SACE, interpretando a una memorable Señá Rita. Su hija Dolores Lázaro debuta en el teatro de Apolo con la obra Los cadetes de la reina, a lo largo de su interpretación demuestra que posee una voz extensa y admirablemente timbrada, y muestra una exquisita educación artística[150]. En julio de 1921, Felisa actúa dirigida por el maestro Bretón en un festival en el Apolo en beneficio del actor Fernando Fresno[151]. Tras varios años retirada, vuelve a principios de 1922 a los escenarios como actriz de carácter. Doña Francisquita de Romero y Fernández-Shaw, y Vives se estrena en el Teatro de Apolo de Madrid, el 17 de octubre de 1923, con la participación de Mary Isaura, Cora Raga, Felisa Lázaro, Juan de Casenave, Ricardo Güell y Antonio Palacios. En noviembre, se celebra un banquete, homenaje a los autores de Doña Francisquita, al que acuden 500 personas y en el que la mesa presidencial la ocupan las distinguidas artistas: Eugenia Zuffoli, Dolores Díaz, Mary Isaura, Felisa Lázaro y Elena Jordi; la culta escritora Pilar Millán Astray y los Sres. Francos Rodríguez, Jesús G. Gabaldón, Vicente Escalante, Alberto Alcocer, Francisco Delgado, Conrado del Campo; y los agasajados: Amadeo Vives, Federico Romero y Guillermo Fernández-Shaw[152].
En enero de 1924, renuncia a un espléndido contrato para ir a América por motivos familiares y sigue actuando en Madrid después de sus compromisos con la Zarzuela. En febrero, Felisa y una comisión de coristas de la compañía del maestro Vives de la Zarzuela visitan al general Muslera para interesarle por la libertad de dos compañeras que han sido detenidas por la policía, a consecuencia de un asunto que hace quince años ocurrió en Badajoz[153]. En febrero de 1926, actúa en el Teatro Romea de Murcia en la función a beneficio de la coronación de la Virgen de la Fuensanta[154]. En noviembre de 1926[155], la prensa bonaerense hace grandes elogios entre otras de Felisa Lázaro que, tras cumplir sus compromisos, regresa en el trasatlántico Infanta Isabel de Borbón que atraca en Cádiz el 22 de diciembre[156]. En febrero de 1928, actúa En Las Palmas con la compañía de zarzuela y opereta de Martínez Peña[157]. En octubre, patrocinado por la Alcaldía se organiza una función a beneficio de los damnificados de las últimas catástrofes con el fin de allegar recursos para las familias de las víctimas del incendio del Novedades en Madrid y de la explosión en Melilla de Cabrerizas Bajas; se celebra en el Teatro Monumental Salón Moderno por ser el de mayor cabida; toman parte elementos artísticos alicantinos y otros que se han ofrecido, entre ellos la veterana artista Felisa Lázaro que reside en Alicante[158].
El periodista ilicitano Vicente Pastor Chilar refiere que, por relatos orales, a veces, contradictorios e imprecisos, le cuentan que Felisa Lázaro «vivió un arrebatador idilio que le costó su fortuna (…). Antes de morir hubo de vender precipitadamente una casa que adquirió en la calle del Muelle, en Santa Pola, porque, según nos afirman, con anterioridad, ya tuvo que desprenderse de la mayor parte de sus alhajas» [159]. En Elche solía hospedarse en la Fonda La Confianza en la calle del Hospital esquina a la de Santa Bárbara, sigue relatando que «uno de mis consultados me dice que el galán de Felisa pertenecía a los Fenoll, familia propietaria del huerto Don Domingo [Villa Carmen o Santo Domingo?] en la carretera de Santa Pola», concluye con que «hay discrepancias y algunos lo identifican con un tahúr profesional de grandes vuelos que sabia fer parlar a les cartes (…) y tuvo que ser Felisa quién fuera tapando agujeros y saldando cuentas». Otros relacionan a su compañero sentimental con la Real Escolta de Alfonso XIII, pero al cierre del trabajo ha sido imposible contrastar estas informaciones.
Ha fallecido en esta población [Alicante] la que fue célebre tiple Felisa Lázaro, fue destacada figura de la zarzuela española, en época en que Chapí, Caballero, Giménez y otros compositores célebres (…); con Lucrecia Arana, fueron las dos intérpretes favoritas del público durante muchas temporadas en los teatros de Apolo y Zarzuela, siendo la tiple fallecida la gran colaboradora de aquellos maestros. Más tarde, ya sin cantar, continuó formando parte de algunas compañías, entre ellas la de Martínez Sierra, al que acompañó a una de sus excursiones a América, y en el Teatro de Apolo desempeñó un papel de dama de carácter en el estreno de Doña Francisquita. Últimamente se retiró definitivamente de los escenarios, estableciendo su residencia en Alicante. Descanse en paz la celebrada artista, que tanto contribuyó al esplendor de nuestro teatro lírico.[160].
En Alicante, a las trece horas del día diecinueve de septiembre de mil novecientos treinta, ante D. Ambrosio Luciáñez Riesco, juez municipal, y D. Luis Miñano González, secretario del Distrito del Sur, se procede a inscribir la defunción de Dña. Felisa Lázaro Santos de cincuenta y seis [sic 63] años, natural de Valladolid, hija de D. José y de Dña. Antonia; domiciliada en la calle del Triunfo núm. 1 piso 1º, de profesión su sexo y de estado soltera; falleció en su domicilio el día de ayer a las dieciocho horas a consecuencia de una Endocarditis según resulta de la certificación facultativa presentada y reconocimiento practicado, y su cadáver habrá de recibir sepultura en el cementerio de Alicante. Esta inscripción se practica en virtud de manifestación que como encargado hace Rafael Valls Cortés, mayor de edad, soltero, dependiente y de esta vecindad; consignándose, además, que se ignora si ha otorgado testamento, habiéndola presenciado como testigos D. Pedro Elías Carrasco y D. José Gadea Carratalá. (Folio 20 núm. 39, Rgto. Civil núm. 2 Alicante)[161].
7. Epílogo
Su hija Lolita Lázaro se casa en Madrid con Enrique Blanco de la Espina y se trasladan a vivir a Puerto Rico donde el esposo es dueño de una cadena de farmacias y nace su hijo Francisco[162] (bailarín); tras su divorcio se casa con Carlos Antonio Cámara, capitán del Ejército americano, destinado en Puerto Rico y luego en República Dominicana del que también se divorcia. De este segundo matrimonio nace Carlos (actor) [163]. En 1942, junto a su hijo Carlos se embarca para España, pero son desviados hasta Venezuela para evitar ser hundidos por submarinos alemanes. Lolita y su hijo, gracias a la esposa del presidente venezolano, consigue un permiso para vivir indefinidamente allí. Fue actriz y productora, fundadora de las radionovelas venezolanas y dominaba 8 idiomas; fallece en 1955. Su hijo Carlos se casa con Elisa Parejo y tiene tres hijos: Carlos jr, Víctor y Lolita; luego de un segundo matrimonio nace su hija Norma[164]. Carlos fue un actor y productor en la televisión venezolana y en los años sesenta traslada su domicilio y trabajo a Méjico. En las telenovelas representaba el papel de malvado, fue Fernando en Los ricos también lloran o Humberto Roldán en El alma no tiene color entre otros papeles en más de 30 telenovelas y una decena de películas.
Antonio Baile Rodríguez
Lic. Antropología Social y Cultural
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NOTAS
[1]La Revista, 14/07/1897.
[2] E. Blasco en El Liberal, 16/6/1902.
[3]El Liberal, 17/2/1906.
[4] Padrón de vecinos de 1868 (José 39 á., Antonina 23 á., Ángel 4 á., Conrado 3 á., José 2 á. y Felisa 4 m.). Certificado de defunción 1896 de J. Lázaro, hijos vivos (Ángel, Felisa, Florián, Julia, Remedios, Bienvenida y Purificación).
[5]El Norte de Castilla, 4/1/1870. Suplemento El Norte de Castilla, 6/1/1870.
[6]El Norte de Castilla, 16/3/1877.
[7]El Norte de Castilla, 22/6/1878.
[8]El Norte de Castilla, 18/8/1885.
[9] Memorias Íntimas del Teatro en Nuevo Mundo.
[10] Este relato de sus comienzos lo repite ella en todas las entrevistas a lo largo de su carrera.
[11]La Época, 6/6/1889.
[12]Fantochada Cómico-Lírica-Macarrónica en un acto y dos cuadros, de Rafael Leopoldo Palomino de Guzmán.
[13]La España artística, 23/7/1889.
[14]La España artística, 15/10/1889.
[15] Alonso Cortés, Narciso (1947).
[16]La España Artística, 1/5/1891.
[17]La España Artística, 1/9/1891.
[18] La España Artística, 1/7/1891. «El 28 de julio después de las fiestas del Apóstol Santiago, hará su debut la Compañía de Pablo López (…) entre las obras que dará a conocer, figuran la ópera Carmen y La choza del diablo».
[19]La España Artística, 23/9/1891.
[20]La España Artística, 23/10/1891.
[21]La España Artística, 22/2/1892.
[22]La España Artística, 24/3/1892.
[23] No queda constancia de que realizara la gira, por la dolencia que sufrió durante 3 años.
[24]La Correspondencia de Alicante, 6/9/1905
[25] Mariano Peral en El Liberal, 17/02/1906.
[26]Baile Rodríguez, Antonio (2019).
[27]El Imparcial, 8/8/1909.
[28]El Pueblo, 9/8/1909.
[29]El Liberal, 7/9/1909.
[30] Martínez Español, Gonzalo, Cronista oficial de Aspe.
[31]La Justicia, 5/12/1894.
[32] Correspondencia de España, 6/12/1894.
[33] La Correspondencia de España, 7/12/1894.
[34]El Diario de Murcia, 4/06/1895.
[35]La Correspondencia de España, 8/09/1895.
[36]La Correspondencia de España, 27/7/1895.
[37] A. P. en La Correspondencia de España, 28/7/1895.
[38]La Iberia, 4/8/1895. El día de la inauguración [3 de agosto] «primores finísimos hizo también Felisa Lázaro en La salsa de Aniceta,cuya romanza cantó deliciosamente y tuvo que repetir, (…) muy guapa, muy bien vestida y muy graciosa, cantó perfectamente la romanza coreada de El cabo primero, que también repitió; en el vals del último cuadro no estuvo tan afortunada».
[39]Madrid Cómico, 17/8/1895.
[40]El Deporte Velocipédico, 26/06/1895.
[41] La Correspondencia de España, 17/10/1895.
[42]La Correspondencia de España, 16/10/1895.
[43]El Toreo, 10/02/1896.
[44]El Liberal, 13/2/1896.
[45]La Época, 6/3/1896.
[46] Blasco Magraner, José Salvador (2015).
[47]El Deporte Velocipédico, 26/6/1896.
[48]El Correo Militar, 30/6/1896.
[49]Heraldo de Baleares, 15/08/1896.
[50]Diario de Reus, 8/01/1897.
[51]El Globo, 8/7/1897.
[52]La Correspondencia Alicantina, 10/7/1897.
[53] Su pareja sentimental, cuya relación parece que se oculta.
[54]La Correspondencia Alicantina, 10/07/1897.
[55] 14/08/1897.
[56]Diario de Reus, 25/08/1897.
[57]El Día, 22/8/1897.
[58]La Correspondencia de España, 11/9/1897.
[59]La Voz de la Provincia, 25/9/1897.
[60]El Liberal, 27/10/1897.
[61]El País, 19/12/1897.
[62]La Correspondencia de España, 16/03/1898.
[63] Alonso Cortés, Narciso (1947).
[64]La Correspondencia de España, 18/04/1898.
[65]La Correspondencia de España, 23/01/1899.
[66]El Día, 23/6/1899.
[67]El Día, 8/7/1899.
[68]Heraldo de Madrid, 23/11/1899.
[69]La Correspondencia de España, 18/1/1900.
[70]Heraldo de Madrid, 29/3/1900.
[71]El Cantábrico, 2/4/1900.
[72]Heraldo de Madrid, 6/8/1900.
[73]Heraldo de Madrid, 8/9/1901.
[74] Septiembre de 1901.
[75]Diario de Murcia, 5/2/1902.
[76] Blasco Magraner, José Salvador (2015).
[77]La Correspondencia de España, 16/6/1902.
[78]El Progreso de Asturias, 19/6/1902.
[79]El Imparcial, 20/8/1902.
[80]La Época, 18/9/1902.
[81]El Liberal, 24/9/1902.
[82]Heraldo de Madrid, 23/12/1902.
[83]El Liberal, 24/12/1902.
[84]Fidelio, 1/1/1903.
[85]La Correspondencia de España, 23/5/1903.
[86]Las Provincias, 26/7/1903.
[87]El Liberal, 2/9/1903.
[88]El Liberal, 20/4/1904.
[89]El Eco de la Fusión, 5/5/1904.
[90]El Liberal, 10/8/1904.
[91]El Liberal, 3/10/1904.
[92]Heraldo de Madrid, 18/11/1904.
[93]El Radical, 20/1/1905.
[94] El morrongo, prototipo del cuplé picaresco y de doble sentido.
[95] Baile Rodríguez, Antonio (2019).
[96]La Correspondencia de Alicante, 9/9/1905.
[97] García Alcázar, Emiliano (2007).
[98]La Correspondencia de España, 12/12/1905.
[99]El Diluvio: suplemento ilustrado, 9/12/1905.
[100]Heraldo de Madrid, 9/1/1906.
[101]Heraldo de Madrid, 24/1/1906.
[102]El Liberal, 12/2/1906.
[103]Heraldo de Madrid, 24/2/1906.
[104]Unión republicana, 3/3/1906.
[105] También conocido como Gran Teatro.
[106]Las Provincias, 22/6/1906.
[107]El Arte del Teatro, 1/7/1906.
[108]El Arte del Teatro, 15/7/1906.
[109]Heraldo de Madrid, 2/2/1907.
[110]La Época, 7/1/1907.
[111]La Época, 19/1/1907.
[112]El País, 5/2/1907.
[113]La Época, 8/2/1907.
[114] La Época, 1/11/1907.
[115]Heraldo de Madrid, 3/11/1907.
[116]Heraldo de Madrid, 3/11/1907.
[117]Diario de Alicante, 19/10/1907.
[118]El País, 2/11/1907.
[119]El Imparcial, 4/11/07.
[120]La Correspondencia de España, 3/11/1907.
[121]La Correspondencia de España, 5/11/1907.
[122]Heraldo de Madrid, 20/12/1907.
[123]El País, 20/12/1907.
[124] Compañera sentimental de Mariano Benlliure.
[125]La Correspondencia de Alicante, 14/3/1908.
[126]La Correspondencia de España, 6/4/1908.
[127]La Correspondencia de España, 25/12/1908.
[128]El Arte del Teatro, 15/10/1908.
[129]El Liberal, 9/11/1908.
[130]Informaciones de Madrid, 19/3/1909.
[131] Baile Rodríguez, Antonio (2019).
[132] Antón Dayas, Inés (2016).
[133] Palabra en alemán que significa «sala de curas», en referencia al hospital sobre el que se edificó el teatro original.
[134]La Correspondencia de España, 7/4/1909.
[135]La Voz de Alicante, 28/10/1909.
[136]La Voz de Alicante, 4/11/1909.
[137]El Liberal, 29/11/1909.
[138]Comedias y Comediantes, 15/1/1910.
[139]La Correspondencia de España, 20/6/1910.
[140]La Correspondencia de España, 10/9/1911.
[141]Madrid Cómico, 6/1/1912.
[142]Madrid Cómico, 25/8/1912.
[143]El Adelanto, 27/12/1913.
[144]La Lealtad, 3/9/1914.
[145]La Correspondencia de Valencia, 7/9/1915.
[146]El Luchador, 30/9/1918.
[147]La Correspondencia de España, 20/3/1920.
[148]La Correspondencia de España, 25/3/1920.
[149]La Correspondencia de España, 29/10/1920.
[150]La Libertad, 16/4/1921
[151]La Correspondencia de España, 6/7/1921.
[152]La Libertad, 26/11/1923.
[153]El Pueblo, 27/2/1924.
[154]El Liberal, 18/2/1926.
[155]La Correspondencia de Valencia, 24/11/1926.
[156]La Voz de Asturias, 22/12/1926.
[157]La Prensa, 15/01/1928.
[158]Hoja Oficial, 1/10/1928. Diario de Alicante, 23/10/1928.
[159]Diario Elche, 22/10/1989.
[160]La Nación, 20/09/1930.
[161] El 1/3/1942, se ordena el traslado de sus restos al osario general.
[162] Cabría preguntarse por qué Francisco, ¿está relacionado con Francisco Fenoll? ¿su abuelo?
[163] Santo Domingo 1934-México DF 2016.
[164] Durante la investigación se contacta con Carlo jr. y su hermana Lolita (biznietos de Felisa Lázaro) que viven en Méjico.