LOS CUENTOS Y LEYENDAS EN EUROPA

La belle aux cheveux d’or



La bella de los cabellos de oro



La bella de los cabellos de oro



Había una princesa tan hermosa que la llamaban la Bella de los Cabellos de Oro.
Un poderoso rey envió a su favorito, el caballero Amable, con ricos regalos para pedir la mano de la princesa.
En el camino, cuando iba por la vera de un río, una carpa saltó sobre él, y como iba a morir, él la devolvió al agua.
Al día siguiente, un águila perseguía a un cuervo para comérselo. Amable mató al águila.
Al pasar por un bosque encontró un búho enredado en una red. Sacó el cuchillo, cortó la red y lo liberó.
Amable llegó al palacio, le dio los regalos que llevaba a la princesa, pero al oír su demanda, ella le contestó que no se casaba si no encontraba un anillo que se le había caído al río. Amable llegó al río y allí estaba la carpa con el anillo en la boca esperándolo.
La princesa estaba encantada, pero puso una nueva condición: matar al gigante Galifón que aterraba su ciudad y llevarle la cabeza. Cuando Amable salió, vio que la gente huía. Era el gigante Galifón y a él se dirigió el valiente joven.
Lucharon y lucharon, el gigante con su mazo y él con su espada. En ese momento apareció el cuervo y le sacó los ojos al gigante.
Amable llegó al palacio con la cabeza. La princesa entonces le pidió un frasco con el agua de la hermosura, que se encontraba en la cueva encantada.
Amable fue a la gruta, pero la guardaban monstruos que impedían su entrada. Entonces el búho apareció, entró volando en la cueva y regresó con el frasco.
La princesa entonces aceptó casarse con el rey y marchó con Amable, que cada vez estaba más enamorado de la princesa. Se celebraron las bodas con fiestas y alegría.
Unos cortesanos informaron al rey que Amable estaba enamorado de la nueva reina. El rey hizo que lo encerraran en una torre.
Un día una criada rompió el frasco de agua de la hermosura y lo sustituyó por otro muy parecido que había en la cámara del rey: era un poderoso veneno.
El rey, queriendo rejuvenecerse, fue a la cámara de la reina, bebió del frasco y murió. En cuanto enteraron al rey, la reina corrió a la torre, mandó liberar a Amable y se casó con él. Amable estaba feliz, pues la amaba. Nunca hubo bodas como aquella. Y vivieron felices por muchos años.
Este cuento utiliza el motivo tradicional de los animales agradecidos que ayudan al héroe a realizar tareas imposibles.





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